El desabasto de medicinas continúa, pero se antepone la contratación de médicos extranjeros

Aun con el mejor personal de salud, el resultado será el mismo: sin medicamentos ni infraestructura, no habrá un servicio de calidad.

Déficit de médicos, el pretexto

El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una tendencia peligrosa a provocar problemas innecesarios y absurdos para brindar soluciones imprácticas y costosas: un nuevo aeropuerto cuando ya se tenía en marcha uno, la compra y construcción de refinerías en vez de invertir en energías limpias, un Tren “Maya” que generará costos ambientales irreparables, pero “activará” el turismo.

La última, contratar médicos extranjeros para supuestamente brindar salud de calidad sin atender el problema de fondo: falta de medicamentos, poca inversión en salud, infraestructura obsoleta y precariedad laboral del personal médico y de enfermería.

Antes de pensar siquiera en un diagnóstico realista sobre la situación de los servicios de salud pública en México (que contemple los factores antes mencionados), AMLO decidió que todos los males en dicho rubro se deben a un déficit de médicos especialistas, por lo tanto, contratar personal extranjero resolverá de una vez y para siempre la situación.

El Colegio de Médicos informó sobre las cifras de profesionistas de la salud en el país que desmienten “el déficit” que con tanto ahínco y fiereza argumenta López Obrador. Cada año, reporta su director Jaime Gutiérrez Gómez, egresan 350 mil estudiantes de medicina tanto de escuelas públicas como privadas.

El problema, por lo tanto, no es la carencia de médicos si no las condiciones en las que trabajan, “algunos de ellos desempleados o empleados eventualmente con salarios muy bajos o en zonas de inseguridad extrema”.

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Mauricio Sarmiento, especialista en violencia contra personal de salud y responsabilidad civil médica, indica que antes de pensar en contratar médicos de otros países, se debe atender un sistema que está mal organizado, que no cuenta con presupuesto, sobre todo en las zonas más pobres donde no hay siquiera hospitales, sino centros de salud atendidos por estudiantes que realizan su servicio social.

Una situación que, menciona, es injusta tanto para la población que requiere atención de calidad como para las y los estudiantes de medicina.

¿Cómo atenderán sin medicamentos?

Hasta el mejor médico especialista se verá limitado en proveer una atención de calidad si no cuenta con medicinas, tratamientos especiales, equipo profesional con tecnología de punta, infraestructura adecuada y personal suficiente.

AMLO prometió, nuevamente en esta (i) lógica de generar problemas innecesarios y proponer soluciones inviables, ocuparse del abasto de medicamentos e insumos, pero lo primero que hizo fue cancelar en mayo de 2019 todos los contratos con proveedores para “acabar con la corrupción” en los convenios, y posteriormente solicitar a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) hacerse cargo de la compra de fármacos y material.

Como se reportó en su momento, el organismo no contaba con experiencia en esta rama y en las cantidades que requiere el país; a pesar de ello cobraría una comisión de 1.25% del monto total de la compra además de haber cobrado por adelantado 134 millones de dólares por la consultoría.

No obstante la magnífica solución, en enero de 2022 el colectivo Cero Desabasto registró 6 mil 413 reportes de falta de algún medicamento, vacunas o material de curación en instituciones públicas que son parte del Sistema Nacional de Salud.

Esta circunstancia está costando la vida de millones de personas, no solo porque ven limitado su acceso a fármacos que con suerte podrán conseguir en otros lados (aunque deberán pagar por ellos), sino que merma profundamente en el número de consultas, tratamientos a largo plazo (como el cáncer, VIH) y procedimientos quirúrgicos que se llevan a cabo.

En este sentido, cómo se puede vivir con la irresponsabilidad de insistir en un problema inexistente (falta de médicos) para no ocuparse de lo que sí necesita, no solo el gremio médico, sino la población en general como medicinas, tratamientos y atención profesional.