La reforma planteada por AMLO no tiene el fin de construir un México más democrático, sino crear un nuevo partido de Estado.
Al desmenuzar la iniciativa de reforma electoral del Ejecutivo federal que fue presentada de manera oficial este jueves, se puede establecer que no se trata de un esfuerzo por continuar el camino hacia un México más democrático, como falsamente pregona AMLO, sino de la creación de un nuevo partido de Estado al puro estilo del PRI en el siglo XX.
Si bien a simple vista los cambios podrían parecer positivos, en realidad se trata de una serie de mecanismos que pretenden otorgar el control sobre los procesos electorales al partido en el poder, en este caso Morena:
- Reducción en el costo y financiamiento a los partidos. El que las y los militantes sean quienes financien a los institutos políticos cuando no hay elecciones, daría una enorme ventaja a Morena. Como partido en el gobierno, no se quedará sin recursos al conseguir financiarse con recursos públicos tal como lo hacía el propio PRI el siglo pasado; en tanto, la oposición se verá debilitada al punto de desaparecer cuando no haya campañas.
- Reducción al número de diputados y senadores para que todo sea mediante listas por estado. Esta medida alejaría a los diputados de sus distritos y reduciría la pluralidad que hay en el Congreso.
- La ciudadanía elegirá a los consejeros y magistrados electorales. Por un lado, los funcionarios y árbitros electorales no pueden ser electos por la población porque no son representantes populares, sino árbitros y autoridades. El elegirlos en una elección abierta haría que el partido más fuerte sea el que controle los organismos electorales y no habría juego parejo. Morena acabaría decidiendo quiénes son las autoridades electorales.
- Eliminar los órganos electorales estatales. Esta propuesta podría ser viable pero atenta contra el federalismo.
En conclusión, la propuesta es totalmente antidemocrática y tramposa. En apariencia reduce costos y da más poder a la gente, pero en la realidad al que da más poder es a López Obrador y su partido para manipular la elección presidencial en 2024.
