En el Estado de México, alrededor del 8% de su población ha enfrentado en algún momento de su vida una fobia, un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un miedo intenso, desproporcionado e irracional hacia seres, objetos o situaciones. Te contamos más a detalle.
¿Qué es una fobia?
De acuerdo con el psicólogo clínico Jared Salazar Alcántara, del Hospital General Regional No. 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Estado de México, las fobias son reacciones ansiosas que surgen por el miedo hacia objetos o situaciones. Se pueden clasificar de forma general en al menos tres tipos: fobias sociales, agorafobia (relacionadas con espacios o lugares abiertos) y fobias específicas, que abarcan una amplia gama de temores relacionados con experiencias o vivencias muy particulares.
¿Cómo diferenciar entre fobia o miedo?
Jared Salazar destacó la importancia de distinguir entre el miedo y una fobia. Aunque ambos involucran una respuesta al miedo, la fobia se distingue por ser una reacción irracional, una situación totalmente incomprendida que puede llevar al pánico e incluso al desmayo. Las personas que padecen fobias pueden sentirse “fuera de control, incapaces de afrontar o resolver la situación”.
Salazar enfatizó que no hay nada malo en sentir miedo, ya que el miedo es una herramienta natural que nos protege de situaciones potencialmente peligrosas. Sin embargo, es esencial comprender el miedo para poder separar lo irracional de lo racional, identificando así las fobias.
Las fobias pueden afectar significativamente la calidad de vida de quienes las padecen, interfiriendo en su capacidad para llevar a cabo actividades diarias y participar plenamente en la sociedad. Es fundamental abordar estas condiciones de salud mental para brindar apoyo y tratamiento a quienes las necesiten, permitiéndoles superar sus miedos irracionales y vivir una vida plena y libre de ansiedad.
¿Cuáles son las fobias más comunes en el Edomex?
Como ya lo dijimos, las fobias, afectan a más del 8% de la población del Estado de México en algún momento de sus vidas. Estos miedos irracionales han desatado preocupación tanto entre los afectados como en la sociedad en general, debido a la importancia de comprender y respetar estas condiciones. A continuación te decimos cuáles son las fobias más comunes en la entidad:
Fobias sociales
El psicólogo clínico Jared Salazar Alcántara ha identificado las fobias más recurrentes en la región. En primer lugar, se encuentran las fobias sociales, con mayor incidencia, especialmente en el ámbito escolar. Estas fobias están relacionadas con el miedo a la exposición en público, el temor a hablar ante un auditorio o a desenvolverse ante una o varias personas. Este miedo puede llevar a situaciones de pánico y pensamientos abrumadores, afectando la vida diaria de quienes lo padecen.
Ansiedad en espacios abiertos
La ansiedad en espacios abiertos es otra categoría de fobias que se presenta en el Estado de México. Estas respuestas ansiosas pueden surgir debido a experiencias personales, rumores o noticias relacionadas con temas de inseguridad. El miedo se enfoca en la posibilidad de que algo malo pueda suceder en espacios abiertos, como la vía pública. La frase “tengo miedo de que algo me pase” resume esta fobia, que puede afectar tanto a nivel personal como a la preocupación por la seguridad de familiares.
Fobias específicas
La tercera categoría abarca las fobias específicas, las más amplias y diversas. Estas fobias están relacionadas con la personalidad, vivencias y creencias individuales, abarcando una amplia gama de miedos. Pueden incluir fobias a insectos, animales específicos (como alacranes, arañas, lombrices, víboras), e incluso fobias a objetos inusuales como el color amarillo o el número 666.
Destacan entre las más recurrentes las fobias a alacranes, arañas, lombrices y víboras, algunas de las cuales pueden llegar a ser totalmente paralizantes e irracionales. También se menciona la tripofobia, el miedo a los agujeros, que consiste en un temor irracional a objetos o imágenes con agujeros o patrones repetitivos irregulares, y la fobia a los payasos, una de las más comunes a nivel mundial, especialmente arraigada en la infancia.
El especialista Jared Salazar Alcántara hace un llamado a la comprensión y el respeto hacia quienes padecen fobias, instando a no burlarse ni exponer a las personas a elementos que desencadenen sus miedos, ya que esto puede ocasionar situaciones traumáticas exacerbadas. La empatía y el apoyo son esenciales para ayudar a quienes luchan contra estos trastornos de ansiedad, permitiéndoles superar sus miedos irracionales y llevar una vida plena y libre de ansiedad.
¿Cuáles son los tratamientos para las fobias?
Para ayudar a quienes luchan contra estos miedos irracionales, se han desarrollado diversas terapias y tratamientos. Ahora te las explicamos:
Los tratamientos para enfrentar las fobias pueden dividirse en tres categorías principales: exposición gradual, terapia cognitivo-conductual y exploración fenomenológica de la fobia.
- Exposición Gradual: En esta terapia, los pacientes se enfrentan gradualmente a su fobia, promoviendo un acercamiento progresivo al objeto de su temor. Por lo general, esta terapia muestra resultados positivos en un período de 5 a 10 sesiones.
- Terapia Cognitivo-Conductual: En este enfoque, se busca comprender la lógica o irracionalidad, las creencias o ideas relacionadas con el objeto fóbico. Esta terapia puede llevar más tiempo, ya que implica explorar las ideas o creencias en torno al objeto que genera la fobia.
- Terapia Fenomenológica: Esta terapia se centra en una comprensión específica para identificar qué aspecto de ese elemento está desencadenando la fobia. Se reconoce que cada individuo es único, y su experiencia fóbica y traumática puede ser diferente. Por lo tanto, esta terapia busca encontrar elementos específicos para abordar la fobia de manera personalizada.
Dificultades de género en la búsqueda de tratamiento
Se ha observado que, en general, las mujeres tienden a acercarse más a los servicios de salud para recibir tratamiento por este tipo de fobias, mientras que los hombres tienden a retrasar su búsqueda de ayuda. Esto se debe en parte a cuestiones de machismo y estereotipos de género que pueden hacer que los hombres eviten expresar sus miedos.
Culturalmente, existe una represión emocional entre los hombres, lo que les dificulta expresar libremente este tipo de sentimientos por temor a ser percibidos como “débiles” ante el grupo, la familia o la sociedad. Esto lleva a que los hombres lleguen a los servicios de salud con escenarios más complejos y tardíos en la búsqueda de tratamiento.
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Con información de Milenio.