La comida callejera es una opción atractiva y accesible para muchos, especialmente por su variedad y sabor. Sin embargo, en medio de una ola de calor, es crucial tomar ciertas precauciones para evitar riesgos para la salud.
Durante una ola de calor, las altas temperaturas aceleran la proliferación de bacterias y microorganismos en los alimentos. Este incremento en la actividad bacteriana eleva el riesgo de intoxicaciones alimentarias, que pueden provocar síntomas como náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y, en casos más severos, deshidratación e incluso la muerte.
¿Cuáles son los alimentos más vulnerables al calor?
Los alimentos que son más propensos a descomponerse bajo el calor incluyen:
- Carnes: Las carnes rojas y blancas, como la carne de res, cerdo, cordero y aves de corral, son altamente perecederas debido a su contenido proteico y humedad. Es esencial mantenerlas refrigeradas y cocinarlas a temperaturas adecuadas para evitar la proliferación bacteriana.
- Mariscos: Los mariscos como camarones, almejas, ostras y pescados son extremadamente perecederos. Deben mantenerse en frío en todo momento y consumirse rápidamente después de su preparación.
- Huevos: Los huevos y los productos que contienen huevos, como las ensaladas de huevo y la mayonesa, son propensos a la descomposición. El calor puede acelerar el crecimiento de bacterias como la Salmonella, por lo que es importante mantenerlos refrigerados.
- Ensaladas con mayonesa o aderezos a base de crema: Las ensaladas como la ensalada de papas, de pollo o de pasta que contienen mayonesa o aderezos cremosos pueden descomponerse rápidamente bajo el calor. Estos aderezos proporcionan un medio rico en nutrientes y humedad que es ideal para el crecimiento bacteriano.
- Lácteos: Productos como la leche, el queso, el yogur y la crema se descomponen rápidamente en condiciones de calor. Deben mantenerse refrigerados para evitar que se echen a perder y desarrollen bacterias dañinas.
- Platillos ya preparados: Los alimentos cocidos o preparados previamente, como guisos, sopas y platos de pasta, son susceptibles a la descomposición cuando se exponen al calor. Los alimentos cocidos tienen una mayor probabilidad de contener esporas bacterianas que pueden activarse y crecer si no se almacenan adecuadamente.
Estos alimentos, si no se mantienen a las temperaturas adecuadas, pueden convertirse rápidamente en un peligro para la salud.
Deshidratación y calor ambiental
Consumir alimentos en la calle durante una ola de calor no solo implica riesgos por la calidad de la comida, sino también por la mayor exposición al sol y al calor ambiental. Esta exposición puede contribuir significativamente a la deshidratación, una condición que puede causar síntomas como:
- Sed intensa
- Boca seca
- Mareos
- Dolor de cabeza
- Fatiga
- Desmayos
Consejos para evitar intoxicaciones alimentarias
Para minimizar los riesgos de intoxicaciones alimentarias y deshidratación durante una ola de calor, es recomendable seguir estos consejos:
- Optar por comer en casa: Preparar y consumir alimentos en casa o en lugares con aire acondicionado reduce significativamente los riesgos.
- Elegir alimentos frescos y bien cocidos: Si decides comer en la calle, selecciona alimentos que estén bien cocidos y evita los crudos o aquellos que hayan estado expuestos al calor por largos periodos.
- Controlar la temperatura de los alimentos: Asegúrate de que los alimentos se sirvan calientes o fríos, y no a temperatura ambiente.
- Hidratarse adecuadamente: Bebe abundante agua y líquidos frescos durante todo el día, incluso si no sientes sed. La hidratación es clave para prevenir problemas de salud relacionados con el calor.
- Vigilar los síntomas de deshidratación: Presta atención a los signos de deshidratación y busca atención médica si es necesario.
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Con información de TV Azteca.