Candidaturas, los verdaderos cambios del gabinete

cambios-del-gabinete

Autor: Salvador García Soto

Hace unos días decíamos que el Presidente no quiere hacer cambios en su gabinete y realmente no está entre sus prioridades hacer ajustes en su equipo de colaboradores. Pero algo en lo que sí está de acuerdo López Obrador es en que desde las secretarías de Estado salgan algunos de los candidatos a gobernador que Morena buscará postular a los comicios del 2021.
Esos movimientos podrían ser los únicos cambios que veamos en el gabinete presidencial en este año y ocurrirán en noviembre por lo menos en dos secretarías importantes de donde saldrán dos candidatos a los estados: Esteban Moctezuma Barragán, de la SEP, buscaría ser abanderado morenista en San Luis Potosí; mientras que Alfonso Durazo Montaño se prepara para buscar la candidatura del partido oficial en Sonora.

En el primer caso, el secretario de Educación, aunque es originario de la Ciudad de México, tiene antecedentes familiares en San Luis Potosí de donde es originaria su madre y su abuelo, el general Juan Barragán Rodríguez, un revolucionario que tomó las armas contra Victoriano Huerta después de la llamada “Decena Trágica”. Es decir que Esteban Moctezuma, según la Constitución Política de San Luis Potosí, es “potosino por nacimiento” ciudadanía que se obtiene por ser hijo de padre o madre potosino, requisito que cumple el secretario para obtener una candidatura a gobernador.

El otro requisito que establece la Constitución Potosina a los potosinos “por nacimiento”, en su Capítulo I “Del Poder Ejecutivo”, en sus artículos I y II, es el de “contar con un año de residencia efectiva (en la entidad) no menor a un año inmediato anterior al día de la elección”. Y para cumplir también con ese requisito, Moctezuma Barragán ha iniciado ya consultas y sondeos entre la clase política potosina para ver cómo caería en San Luis una eventual postulación.

Va tan en serio la nominación de Moctezuma, que ya hasta tuvo pláticas con el gobernador priista de San Luis Potosí, Juan Manuel Carrera, para expresarle sus intenciones y se sabe, por fuentes cercanas a la oficina del secretario, que ya cuenta con un domicilio en la capital de San Luis, a donde acude con regular frecuencia para dejarse ver por los potosinos. La misma constitución local dice que para los potosinos “por nacimiento” la “residencia efectiva no se pierde por ausentarse del Estado o del municipio correspondiente, siempre que en ellos se conserve el domicilio fijo”.

En el caso de Alfonso Durazo, su candidatura a gobernador es casi un hecho y, además de que cumple con todos los requisitos constitucionales de su estado, cuenta con el aval del Presidente, aunque su único problema sería saber en qué condición llega el actual secretario de Seguridad y Protección a competir por el gobierno de Sonora: con o sin resultados en la lucha contra la inseguridad y la violencia que afecta a los mexicanos. De ello dependerían sus posibilidades reales de ganar el estado. Si Durazo se va con el récord actual que tiene de casi 50 mil muertos por homicidios violentos y sin haber esclarecido masacres tan graves como la de Bavispe, precisamente en Sonora, ni la fuerza del presidente López Obrador le ayudaría a ser un candidato ganador.

En todo caso, ya hay fecha comentada en el gabinete y en Palacio Nacional para que estos dos secretarios renuncien y se vayan en pos de sus aventuras electorales: el 30 de noviembre de este año, para poder iniciar sus precampañas, ya sin el impedimento de un cargo público, sus registros formales y sus recorridos por las entidades que buscan gobernar. Esos serían los primeros cambios seguros que, al menos hasta el momento, se ven en el gabinete y no serán por resultados, desempeño o capacidad en el cargo, sino por la nueva versión del “chapulineo político” en los tiempos de la 4T.

Moctezuma se iría con la nueva reforma educativa aún inconclusa en su aplicación y dejando a una CNTE totalmente fortalecida y a un SNTE también fuerte pero que vive el embate de Elba Esther Gordillo para un regreso a la dirigencia que no quiere el presidente López Obrador; mientras que Durazo es una incógnita cómo dejará la Seguridad en el país por la poca capacidad y la ineficiente estrategia que ha mostrado hasta ahora. Por lo pronto, ayer, su jefe el Presidente ya le puso al secretario de Seguridad el reto que definirá si es o no un candidato con posibilidades de triunfo: resultados en la disminución de la violencia, los asesinatos y la inseguridad en el país “el 1 de diciembre” de este 2020. ¿Puede Durazo con el plazo que le puso el Presidente?

Recommended Posts