El encierro maldito

encierro maldito

Héctor de Mauleón

Llegaron pronto los estragos del confinamiento, el aislamiento, la cuarentena. Desde que el pasado 24 de marzo se decretó en México la segunda fase de la pandemia por Covid-19, los teléfonos de emergencia empezaron a registrar una actividad inusual.

La Red de Refugios advirtió que la violencia contra las mujeres a nivel nacional había ascendido 60 por ciento. El Consejo Ciudadano indicó que de febrero a marzo las llamadas al 911 se dispararon 32 por ciento.

Solo en la última semana de marzo, en el Estado de México se registraron 1,474 llamadas de auxilio. Ese mes hubo un incremento de 664 denuncias con respecto al anterior: un promedio de 22 denuncias diarias más.

En las redes sociales, muchas personas muestran signos de angustia, ansiedad, miedo, depresión. Es el coctel de la incertidumbre provocada por el aislamiento. A esto se suma el otro drama del Covid-19: el de las mujeres que quedaron encerradas con sus agresores.

Las llamadas de auxilio solían llegar de preferencia los sábados, los domingos y los lunes, entre las seis de la tarde y las 12 de la noche. Ya no hay horarios.

En el Edomex había una tendencia al alza desde febrero, en que se recibieron 4,197 denuncias. Marzo cerró con 4,861.

El 77% de las víctimas fueron mujeres; el 13%, menores de edad; el 9%, adultos mayores.

Llovieron las llamadas que denunciaban golpes e insultos entre parejas, violencia de padres a hijos, y de hijos a padres “con agresión verbal y física”. Hubo escenas de acoso y hostigamiento.

Los municipios más conflictivos –en una de las entidades más peligrosas para las mujeres– fueron Toluca, Ecatepec, Naucalpan, Neza, Tlalnepantla y Chalco.

Previsiblemente, los once municipios mexiquenses en que se ha decretado la alerta de género concentraron 57% de las denuncias. En algunos de estos, el repunte vino entre el 18 y el 24 de marzo.

Municipios como Neza, Naucalpan y Chalco mostraron una tendencia ascendente desde que se registró el primer caso de Covid-19. En solo seis días, en Chalco se hicieron 52 denuncias.

Los feminicidios registraron también una tendencia alarmante: de seis cometidos en enero de 2020, la cifra se disparó a 15 en el mes de marzo.

Las autoridades del Edomex han instalado unidades móviles en los municipios con mayor incidencia de violencia familiar y de género, abrieron una aplicación que permite a la población realizar denuncias y establecieron, entre otras cosas, un mecanismo de visitas a domicilios, ayuda sicológica y medidas de protección.

Cuando se recrudezca el encierro, sin embargo, vendrá lo peor.

El primer anuncio de esta ola específica de violencia llegó el jueves 19 de marzo, al sur de la ciudad de México, en pleno estallido de pánico por la pandemia. Ese día fue hallado dentro de una maleta el cuerpo de una académica de la UNAM reportada como desaparecida desde el día anterior.

La policía de investigación encontró dentro del domicilio de la víctima rastros de sangre, e incluso las huellas que habían dejado sobre el piso las ruedas de la maleta. La académica había sido asesinada por su propio hijo. Las autoridades creen que la pandemia es una de las variables que pondrá a flote y hará visibles cosas que han estado ahí desde hace tiempo.

Según el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, la violencia doméstica encuentra picos cuando la familia se junta. “Repunta en Navidad, en los periodos vacacionales”, señala Salvador Guerrero Chiprés. El Consejo había recibido 26 denuncias en enero. Cerró el mes de marzo con 70.

Según las estadísticas de este organismo, una de cada siete mujeres sufre violencia a diario, el 78% de las veces, a manos de parejas o exparejas. En el 66% de los casos, la violencia es física, y en 22% sicoemocional.

En el número 55 55 53 35, el Consejo cuenta con un chat que permite a las víctimas de violencia denunciar y recibir apoyo de manera instantánea, “con menor riesgo de que el agresor lo descubra”.

La directora general de la Red Nacional de Refugios, Wendy Figueroa, ha denunciado que el gobierno federal no tomó medidas con perspectiva de género ante la pandemia. “Las mujeres quedaron en estado vulnerable”, asegura Figueroa (teléfonos de la Red: 55 56 74 96 95 y 800 822 4460; correo: amigasenlasbuenas@gmail.com)

Apenas el pasado 2 de abril, cuando gran parte de la población llevaba ya dos semanas en confinamiento, la Secretaría de Hacienda liberó recursos para los refugios de las mujeres violentadas. Lamentablemente, también en la otra epidemia vamos tarde.

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