De continuar la política económica, el sexenio actual será el que tenga mayor aumento en la pobreza y en el número de pobres.
El principal compromiso político de López Obrador durante toda su vida ha sido “primero los pobres”, sin embargo, durante los cinco años como jefe de Gobierno del DF y ahora en los ya 19 meses de Presidente, el número de pobres ha aumentado.
Según el Coneval, el número de pobres aumentó durante 2109 en 10 millones de personas, y debido a la pandemia y a la falta de acciones del gobierno para reactivar la economía podrá aumentar otros 10 millones durante 2020. La razón es lógica, un país en el que la necesidad de empleos aumenta cada año en 1.5 millones y la economía no crece, el resultado es una fábrica de pobres.
López Obrador no entiende que sus programas sociales pueden ser un apoyo importante para la gente pobre, pero el apoyo de tres mil pesos mensuales no es suficiente para sacar a la gente de la pobreza.
A través de sus programas sociales está repartiendo 500 mil millones de pesos entre 27 millones de familias, o sea 18 mil 500 pesos anuales y mil 543 pesos mensuales por familia, que siguen no sólo en la pobreza, sino en la extrema pobreza.
Está bien que haga ahorros y canalice mayores recursos para la gente pobre, pero lo que no se entiende es por qué tiene que confrontarse con el sector privado, que es quien crea la mayoría de los empleos en México y en todo el mundo.
Un solo ejemplo es el caso de “jóvenes con futuro”, antes eran “ninis” sin capacitación, ahora, después de ser capacitados siguen siendo “ninis”, porque no consiguieron empleo. Según la información del programa sólo 10% de los 700 mil capacitados consiguieron empleo en el sector formal, los demás se fueron al desempleo o a la economía informal con ingresos muy bajos.
Los programas sociales de beneficencia han demostrado desde hace muchos años que son necesarios, pero no suficientes para eliminar la pobreza; según el Coneval el ingreso familiar necesario para salir de la pobreza debe ser de 11 mil 290 pesos mensuales, y según la Cepal, de 9 mil 132 pesos, lo cual se logrará si la economía crece arriba de 4% y se crean empleos con mejores salarios.
Los programas sociales del gobierno son necesarios, pero nunca serán suficientes para reducir la pobreza, si no crecen la economía, los empleos y los salarios.
Para sacar a la gente de la pobreza hay que ir más allá de los programas sociales de beneficencia; es necesario crear un estado de bienestar que garantice a toda la población los derechos sociales básicos en educación, salud, seguridad social, vivienda y servicios públicos, y para lograrlo es necesario aumentar los ingresos del gobierno a través de una reforma fiscal a la que López Obrador se opone, pensando equivocadamente que con los ahorros por corrupción se podrá financiar ese estado social.
De continuar la política económica actual, López Obrador va a acabar siendo el creador de la fábrica de pobres más grande de nuestra historia.