El 8 de abril, el doctor Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud y vocero del gobierno federal en lo referente al COVID-19, dio una interesante explicación del modelo de vigilancia centinela, utilizado por las autoridades sanitarias para monitorear el avance de la epidemia en el país.
Esa exposición resolvió varias dudas sobre la estrategia del gobierno y, en particular, la decisión de realizar relativamente pocas pruebas diagnósticas. Dejó, sin embargo, varias interrogantes abiertas.
La principal se refiere al llamado factor de corrección, es decir el número de casos no observados que se puede estimar a partir de cada caso confirmado. En la parte final de su explicación, el subsecretario presentó una tabla y señaló lo siguiente: “Aquí para acá eran las 375 [unidades de salud monitoras de enfermedad respiratoria, USMER], estas son las 26 mil [unidades de salud] y hago una multiplicación que me permite decir por cada caso confirmado de COVID cuántos hay en la población que no vi, porque no llegaron a la consulta etcétera, y son finamente estos, aquí la suma, 26 mil 519 casos; de los tres mil ciento y tantos que acabamos de informar, hay otros que no llegaron a consulta, pero estos métodos nos permiten decir con razonable certidumbre: ahí están”.
Luego, ante la pregunta de una reportera y para aclarar el punto, afirmó lo siguiente: “Ocho veces, ocho veces, ocho veces de lo que se ve, la epidemia es ocho veces más grande” (https://bit.ly/2V3CQN5).
Ese número ha sido retomado en varias conferencias de prensa posteriores. En la del sábado 11 de abril, el subsecretario dijo “hasta la semana pasada cuando lo presentamos eran gruesamente 8.2 casos por cada caso identificado.”
El problema es que ese factor de corrección no corresponde a lo presentado en la tabla que uso López-Gatell en su explicación (la incluyo para que no haya duda).
La tabla muestra datos acumulados hasta la semana epidemiológica 13 ¿Y eso cuando fue? Según el Boletín Epidemiológico (producido por la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud) correspondiente a ese periodo, esa semana corrió del 22 al 28 de marzo (https://bit.ly/2yb8vmw).
¿Cuántos casos positivos a COVID-19 había en ese momento? Según se observa en la última fila de la sexta columna, el total era 1039. ¿Y cuántos casos positivos se estimaban en esa fecha? Como se ve en la última fila de la última columna, el acumulado era 26,519. Es decir, había 25.5 casos estimados por cada caso confirmado.
¿De dónde salió entonces el factor de corrección de algo más de 8, señalado y reiterado por López-Gatell? De dividir el número estimado de casos al 28 de marzo (26,519) entre el número confirmado de casos al 8 de abril (3181), lo cual da un resultado de 8.3.
No se requiere un doctorado en epidemiología para saber que esa operación no puede ser correcta. El número de casos estimados no se pudo haber quedado constante en un periodo en el que el número de casos confirmados se triplicó.
Ahora, tal vez me equivoqué y haya algún factor que esté
omitiendo. En ese caso, la Secretaría de Salud haría bien en explicar a
detalle, incluyendo todas las operaciones matemáticas relevantes, cómo llegó a
la cifra de ocho casos estimados por cada caso confirmado.
Eso o aclarar que, según
los propios datos oficiales, hay (o había hasta el 28 de marzo) aproximadamente
25 casos estimados, no ocho, por cada caso confirmado de COVID-19. No se
construye confianza en la autoridad sembrando confusión sobre las cifras.