Alguno de los invitados llegó con un carísimo regalo: una preciosa caja de madera que contenía tres botellas de Château Margaux, uno de los vinos más prestigiados del mundo, con valor de 25 mil pesos cada una. Había que festejar. La estrategia había funcionado. Emilio Lozoya Austin, exdirector general de Pemex, estaba en casa otra vez. Los allegados -pocos- se congregaron para celebrar al amigo que quedó en libertad después de varios meses prófugo, varios meses encarcelado en España y unos días en un hospital.
Así me lo revelan fuentes que han estado siguiendo el derrotero de Lozoya y que detectaron la reunión organizada hace unos días en la casa de la capital del país donde permanece el exfuncionario, buscando cierta discreción.
Me cuentan también que Frolyán Gracia, operador de Lozoya en Pemex y acusado de toda suerte de corruptelas, realiza todavía a estas alturas llamadas telefónicas pidiendo “apoyar a Emilio”. A Froylán Gracia se le ha acusado desde cobrar 50 mil dólares por una cita con su jefe hasta de montar, financiar y llenar de políticos, empresarios y escorts una casa en la colonia Anzures de la Ciudad de México, de donde se sospecha pueden saltar muchas anécdotas de negocios y amarres… y quizá varios videos.
Como lo mencionamos en estas Historias de Reportero, desde finales del año pasado el papá de Lozoya Austin, el también exfuncionario federal Emilio Lozoya Thalmann tomó control de la defensa de su hijo para darle un giro: el planteamiento original del abogado Javier Coello Trejo era litigar, pero Lozoya padre optó por buscar una negociación con el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero: su hijo hablaría a cambio de privilegios. El abogado Coello dejó la defensa.
Según me revelan distintas fuentes, Lozoya padre, en comunicación con su hijo, fue elaborando un amplio documento detallando lo que sería su declaración ante las autoridades. El centro de su acusación es su excompañero de gabinete y entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, a quien señala, junto con el expresidente Enrique Peña Nieto, de ser quienes orquestaron y giraron las instrucciones de todo cuanto se le acusa.
Se ha mencionado ya mucho que también salen salpicados muchos políticos de prácticamente todos los partidos, notablemente del PAN. Hay una expectativa nacional sobre qué va a decir Lozoya. Y sobre todo, qué va a poder probar. Hay particular morbo sobre quiénes quedaron grabados recibiendo sobornos. Hay quien dice que sí hay videos y muchos. Hay quien dice que hay un solo video, con algún operador de bajo perfil. Hay quien dice que no hay videos. Hay quien dice que el testimonio de Lozoya es con datos precisos de cómo, cuándo y cuánto. Ya veremos con el paso de los días si se cumple la expectativa que ha generado el propio presidente de México.