Notimex está en la ingobernabilidad y con una directora envuelta en escándalo tras escándalo sin que nadie, ni el presidente López Obrador, ofrezca una solución a los problemas que tienen en riesgo la función de la agencia informativa del Estado.
Sanjuana Martínez ya no solo enfrenta un pleito legal por el despido injustificado de 245 trabajadores (entre ellos, 100 madres y jefas de familia) y maltrato al personal de la agencia, sino que ahora es señalada por colaboradores suyos de haber recibido instrucciones de ella (han mostrado pruebas) para atacar a periodistas con una granja de bots que contrató por 50 mil pesos mensuales.
En el terreno legal, Martínez lleva las de perder porque la Junta de Conciliación y Arbitraje ordenó ayer a Notimex respetar el derecho de huelga de sus trabajadores. De no acatar la resolución, recibirá una multa de 434 mil pesos. Y por el otro lado, crecerá el altercado en el que está metida con los y las colegas, porque sabemos que esta mañana, en el espacio radiofónico de Carmen Aristegui, una de las víctimas de Sanjuana, mostrará más pruebas sobre las órdenes para acosar y destruir la imagen de periodistas. Ana Cristina Ruelas, directora regional de la Oficina para México y Centroamérica de Artículo 19, me dijo que no debemos olvidar que en entidades gubernamentales siempre han existido un arsenal en su poder para atacar a colegas de diversas maneras, o bien, muchos gobiernos inyectan dinero a medios de comunicación para determinar quién puede o no permanecer en la nómina, pero asegura no hay referencia en el país de una maniobra sistemática como la de Sanjuana para atacar.
Artículo 19 enfatiza que es inaplazable hacer una investigación sobre el uso de recursos para las campañas de desprestigio desde Notimex, del doxing (investigación y publicación de información privada o personal sobre un individuo o una organización, generalmente con el propósito de intimidar, humillar o amenazar) que puede derivar en un delito y también sanciones administrativas directas en contra de Sanjuana y Notimex, o cualquier otra a la que haya lugar. Ruelas demanda la intervención de la CNDH para que responda en favor de las y los periodistas y sus derechos laborales. Los escándalos que envuelven a esta funcionaria ameritarían, en otras democracias, su separación inmediata del cargo mientras se le investiga. Le pregunté a Ruelas cómo ve la idea de desaparecer la agencia y me dijo que es necesaria, que el problema es que su funcionamiento no se realiza con estándares internacionales debido a que no está sujeta a reglas claras.