La cercanía entre el presidente López Obrador y Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca, Elektra y Banco Azteca, entre otras empresas, ha sido evidente y pública desde su integración al Consejo Asesor Empresarial creado por AMLO desde 2018, después vino la designación -sin licitación- de Banco Azteca como institución para distribuir las “tarjetas bienestar”, así como también la dispersión de los recién anunciados apoyos a pequeñas empresas como consecuencia de la crisis originada por el Covid-19, junto con Santander y Banorte.
Por eso sorprendió la irreverente invitación que hiciera el locutor Javier Alatorre en su noticiero del viernes en la noche a no hacer ya caso de lo que diga el subsecretario Hugo López Gatell, esto sustentado en que las cifras que ha estado informando son falsas a decir del locutor y del Gobernador de Baja California, el morenista Jaime Bonilla, quien apareció en dicho espacio criticando a López Gatell y dando sus propias cifras de muertos en su estado, que supuestamente superan las reportadas por el vocero oficial de AMLO.
Muchas hipótesis se han planteado en torno a la causa de este “sorpresivo ataque” de TV Azteca. A este episodio televisivo siguieron tres hechos concretos que quisiera puntualizar:
1. El mensaje del Presidente López Obrador transmitido el sábado, se trata de un video de más de 15 minutos que quiso disfrazarse de casual y general, pero que en realidad tuvo como objetivo responder al llamado de Azteca a desoír a López Gatell. En dicho mensaje se destaca que: a) no mencionó a Ricardo Salinas; b) trató con ternura a “su amigo” Javier Alatorre minimizando su conducta diciendo que cometió un error y argumentando que lo hizo en ejercicio de su libertad de expresión; c) manifestó su apoyo y confianza incondicionales a López Gatell, y d) reiteró que seguirán adelante sus proyectos del tren maya, la refinería Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía, y que habrá mayores recursos a los proyectos sembrando vida y jóvenes construyendo el futuro.
2. El apercibimiento público de Segob a TV Azteca, en el que “Se le apercibe a manifestar públicamente su respeto a las disposiciones sanitarias contenidas en la Declaratoria de Emergencia Sanitaria, sumándose al frente común convocado por la Secretaría de Salud”, argumentando que la televisora violó el derecho a la salud de terceros.
3. El apoyo en redes sociales a López Gatell con los hashtags #TodosSomosLopezGatell #LopezGatellNoEstasSolo #TvAztecaCriminal.
De la lectura de los elementos con los que contamos en este momento sobre el tema, podemos concluir lo siguiente:
1. Este episodio no afectó a López Gatell, incluso quizás salió fortalecido y victimizó al Gobierno Federal, tampoco afectó en absoluto ni al Presidente ni a Salinas Pliego, de ahí que AMLO redujera el tema a una ocurrencia de Alatorre.
2. El “ataque” de TV Azteca sirvió para desvirtuar el romance entre AMLO y Salinas Pliego, que empezaba a ser incómodo como consecuencia de la reciente nota en Proceso sobre la adjudicación que hiciera la SEP a Seguros Azteca de un contrato millonario.
3. A Bonilla también le sirvió esto para lavar un poco la cara después de sus intenciones de gobernar Baja California por cinco y no dos años por los que fue elegido, y de paso desmarca al Gobierno Federal ante la controversia consitutcional pendiente de resolverse en la SCJN contra la Ley Bonilla que extiende su mandato.
4. La Segob reaparece en escena con lo que llamó un “apercibimiento público” contra TV Azteca que no tiene ningún sustento jurídico, la televisora no violó con su noticiero las disposiciones del Consejo de Salubridad General a las que se le conmina cumplir y que nada dicen del comportamiento de los medios de comunicación. ¿Se acuerda del extrañamiento que hizo Segob a Televisa por borrar la imagen de Santiago Creel en 2008? Algo así pero con peor redacción.
5. Lo que en estos momentos le importa a Grupo Salinas es mantener sus tiendas Elektra abiertas a pesar de que el Acuerdo de la Secretaría de Salud, que ordena el cierre de establecimientos no esenciales desde el 31 de marzo hasta el 30 de abril, no incluyó electrodomésticos ni otros productos que vende Elektra dentro de la lista de esenciales. Cualquier acción contra el empresario como consecuencia del incumplimiento a estas medidas ahora será planteada como una venganza por haber exhibido las “mentiras” de López Gatell”.
Hasta aquí mis conclusiones preliminares sobre el reciente episodio de Azteca y el gobierno federal. Todos entretenidos revisando el título de concesión de Azteca, discutiendo sobre su revocación, etc., etc. pero nadie se ocupó de desmentir o confirmar las cifras que se dieron en el noticiero, ni de exigir al gobierno que cierre las tiendas Elektra que siguen abiertas en contravención, ahí sí, de las disposiciones del Consejo de Salubridad, eso ni un hashtag ha merecido. Así la fuerza del Estado mexicano reducida a un show mediático.