Por Gabriela Rivera
En noviembre del año pasado, Karina decidió abandonar su puesto como mercadóloga en una empresa organizadora de eventos. Harta de trabajar para otros, decidió emprender su propio negocio de consultoría en mercadotecnia digital y ofreciendo la operación de estas áreas para pequeñas y medianas empresas.
Karina no imaginó que siete meses después de haber tomado la decisión, la pandemia de COVIDD-19 acabaría con su negocio y con todos sus ahorros. Si bien su negocio había empezado hacia poco, para febrero ya tenia tres contratos y estaba a la búsqueda de nuevos clientes.
“En marzo se vino el cierre y nadie quería invertir en marketing. Todo mundo estaba preocupado por mantener su negocio y sostener su planilla, los que voltearon a ver el mundo digital empezaron a hacerlo con el personal. ¿Quién iba a contratar una agencia o consultora si lo que menos había era dinero?”, cuenta la joven de 34 años.
Para julio, 10 mil empresas y negocios ya habían cerrado sus puertas, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sin embargo, a esta cifra habría que sumarle todos aquellos micro y pequeños negocios, como el de Karina, que aun no estaba registrado ante el IMSS y en el que apenas una o dos personas trabajando.
“En el negocio éramos mi novio y yo, aunque en realidad la mayor parte del trabajo y buscar a los clientes lo hacía yo. Él mantiene su trabajo y me ayudaba con parte de la operación, porque no renunció a su trabajo, y qué bueno, porque de otra manera no tendríamos ni qué comer”, cuenta Karina.
Para diciembre de este año, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) contabilizó el cierre de un millón de micro y pequeñas empresas en los últimos 17 meses, incluyendo este 2020.
Julio Santaella, director del instituto, explicó que el estudio no permite dar certeza de que el COVID-19 fuera la causa de la desaparición de los negocios, pero sí hay datos que demuestran que el 2020 ha estado marcado por la pandemia.
A lo largo de estos meses, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador abrió tres programas para apoyar a este tipo de negocios: los créditos a la palabra y el apoyo solidario de 25 mil pesos, ademas de las tandas para el de bienestar, que otorga 51 mil pesos.
Sin embargo, los apoyos no fueron suficientes para que las empresas se mantuvieron operando a lo largo de la pandemia. José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), explicó que esos créditos sirvieron para paliar el problema del momento, pero no para resolver la crisis en la que están los negocios.
Más despidos y más emprendedores
Pese a la crisis, los cierres de negocios y la falte liquidez para mantener un emprendimiento, en los últimos 17 meses surgieron más de 600 mil negocios con 1.23 millones de trabajadores.
Ante el cierre de plazas y le despido masivo en los últimos nueve meses, los mexicanos han optado por emprender pequeños negocios que les permitan recuperar el ingreso que tenían en sus trabajos fijos.
Por otro lado, las disminución de los sueldos en un gran número de empresas también llevó a los mexicanos a buscar pequeños negocios que les permitan compensar el ingreso perdido. Y es que las cifras oficiales indican que 46% de la población vio disminuido su ingreso a causa de la pandemia.
“El emprendimiento no es fácil, y típicamente lo primero que se nos viene a la mente es la comida, ya sea en forma de comercio o por medio de un valor agregado como los alimentos preparados. Y dado que es el negocio habitual que el emprendedor lanza, se presenta una saturación en los micromercados locales con ofertas parecida“, advierte Juan Burgos, director general de Think Mercadotecnia en una entrevista con Forbes México.