#Reportaje: La misoginia del Presidente

Por Gabriela Rivera

@gabs_07

Durante 2020, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha demostrado su insensibilidad a temas feministas y la violencia contra las mujeres, alegando que todo es culpa del neoliberalismo y de los grupos conservadores.

A ello se suman los comentarios y las acciones de las mujeres en su gabinete, e incluso de su esposa, quienes se han desdicho en comentarios sobre misoginia o el apoyo a los movimientos feministas, han omitido alguna reacción ante las decisiones del gobierno que perjudican al gobierno, o incluso han realizado comentarios tan desafortunados como los del presidente.

En febrero pasado asesinaron a Ingrid Escamilla y a Fátima, una niña de 7 años. Al respecto, López Obrador dijo que los medios utilizaban el tema de feminicidios para desprestigiar a su gobierno y minimizaba la muerte de las dos mujeres; sus comentarios generaron protestas y molestia entre los grupos feministas y las mujeres en México.

Para el 8 de marzo, Día internacional de la Mujer, el mandatario volvió a minimizar las protestas y la exigencia de seguridad para las mujeres mexicanas. De igual manera, calificó el movimiento #Undíasinnosotras como un hecho para violentar a su gobierno y aseguró que todo estaba orquestado por grupos conservadores y era oportunista.

Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de López Obrador, tuvo que retirar su apoyo ante los dichos del presidente. Si bien primero publico una fotografía en su cuenta de Instagram donde respaldaba el movimiento, unas horas después subió otra imagen en la que se pedía no al paro nacional y sí el apoyo a AMLO.

La escritora fue criticada en redes sociales, e incluso se habló de que su esposo le había dado ordenes para no apoyar el movimiento de los grupos feministas.

Al inicio de la pandemia y el confinamiento obligatorio pidió a las mujeres del país encargarse del cuidado de los adultos mayores, argumentando que tradicionalmente son ellas las responsables de estas actividades porque los hombres son “más desprendidos”.

Unas semanas después se registró un incremento en las llamadas de auxilio de mujeres violentadas dentro de sus hogares, así como el aumento de feminicidios y el reporte de mujeres desaparecidas. Sin embargo, López Obrador volvió a minimizar los hechos y aseguró que 90% de las llamadas eran falsas.

Y a lo largo de la pandemia ha seguido con la misma actitud respecto a los feminicidios, pese a que en este año se han registrado 860 asesinatos y las mujeres siguen saliendo a protestar por las desaparecidas y asesinadas.

Mientras tanto, su gabinete también ha tenido que calla.r sobre la misoginia y machismo que existe en el gobierno. En octubre pasado, Olga Sánchez Cordero, titular de la Secretaría de Gobernación aseguró que el gabinete de seguridad era misógino.

Sus comentarios causaron tal revuelo, que una semana después salió a decir que eso no era lo que quería decir y se excusó así:

De esta manera, la mujer más poderosa del gobierno minimizó su propia reacción a un hecho sentimental, como siempre se hace con las reacciones de las mujeres a un acto de machismo o misoginia.

Y no han sido las únicas dentro del gabinete. Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo, aceptó sin chistar la decisión de desaparecer las estancias infantiles para madres trabajadoras, pese a que era un logro para este sector, mientras que Irma Sandoval, titular de la Función Pública, despreció a las tortilleras y a las mujeres que ganan menos.

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