Por Gabriela Rivera
Twitter: @gabs_07
El gobierno mexicano está listo para realizar ensayos clínicos de la Fase 3 de la vacuna contra el COVID-19 en nuestro país, y así poder entrar en la carrera por la obtención de la vacuna al mismo tiempo que los países que la están desarrollando.
De acuerdo con el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, participar en las pruebas experimentales con seres humanos permitirá a México tener acceso a la inmunización seis meses antes que el resto del mundo.
Sin embargo, en esta crisis sanitaria hay que resaltar que México y toda América Latina se convertirán en la región donde se harán más pruebas clínicas en seres humanos porque el brote de coronavirus persiste y la población sigue expuesta a contagiarse fácilmente.
Los investigadores de Reino Unido y Estados Unidos aseguraron desde junio pasado a la agencia Reuters que la disminución de contagios, sobre todo en Europa gracias a las medidas de confinamiento, complicaron las pruebas de las vacunas.
“Para que esto funcione, las personas deben tener un riesgo de infección en la comunidad. Si el virus se ha eliminado temporalmente, entonces el ejercicio es inútil. La solución es trasladarse a áreas donde la infección se está propagando ampliamente en la comunidad, que serían países como Brasil y México en este momento”, dijo Ayfer Ali, experto en reutilización de medicamentos en la Warwick Business School de Gran Bretaña.
Pascal Soriot, director ejecutivo de AstraZeneca, coincidió en que la mejor opción era buscar en América del Sur y algunas partes de África, donde los brotes apenas están alcanzando su punto máximo.
Si bien los ensayos clínicos de Fase 3 se realizan todo el tiempo en nuestro país y están regulados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), es necesario garantizar la seguridad de los participantes.
Ya en abril pasado, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se manifestó en contra de las farmacéuticas que querían probar las vacunas en África.
Incluso, Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) pidió a las naciones que, pese a la importancia de la región en el desarrollo de las vacunas, participen en estos ensayos “solo si se hace correctamente con la adopción de las medidas reglamentarias técnicas y éticas adecuadas”.
¿Qué significa todo esto?
Que un grupo de mexicanos participará en los procesos experimentales de alguna de las siete vacunas que la administración federal planea probar en nuestro país, ya que el brote de coronavirus no ha disminuido.
La lista de vacunas incluyen a las empresas:
Cansino Biologics (China)
Walvax Biotechnology (China)
Janssen Pharmaceuticals (Estados Unidos)
Alianza Sanofi-GSK (Francia)
AstraZeneca (Inglaterra)
Y este martes, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, anunció que a esta lista se suma la vacuna desarrollada por el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Lazzaro Spallanzani en Italia.
Lo que aún no ha dado a conocer el gobierno es cuántas personas podrán participar en cada ensayo, y cómo podrán registrarse voluntariamente en alguno de estos ensayos.