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Informe global en la materia afirma que ante la nueva administración, no han cesado las agresiones a periodistas ni a defensores de los derechos humanos
De 161 países medidos en el Reporte Global de Expresión 2019/2020: el estado de la libertad de expresión alrededor del mundo, elaborado por Artículo 19, México aparece en el lugar 58, considerada una zona en la que hay pocas restricciones en la materia.
A nivel regional, México se encuentra detrás de países como Uruguay —el mejor calificado en América Latina—, Chile, Argentina, Perú, El Salvador y Paraguay; pero por encima de Bolivia, Ecuador, Colombia, Brasil y Venezuela —estos últimos considerados restrictivo en libertad de expresión y en crisis, respectivamente—.
A nivel mundial la libertad de expresión se encuentra en riesgo, advierte la directora global de la organización, Quinn McKew, pues más de la mitad de la población vive en un país que restringe este derecho.
“Al menos 51 por ciento de la población mundial ahora vive en países calificados en crisis, esto significa que 3.9 mil de millones de personas viven en contextos en los que el derecho a saber o el derecho de hablar son violados rutinariamente”, explica en el reporte.
En el caso específico de México, Articulo 19 a nivel internacional explica que el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador no frenó la violencia en contra de periodistas y trabajadores de los medios y, por el contrario, contribuyó a profundizar la polarización.
“El primer año del gobierno de AMLO ocurrieron 609 agresiones contra periodistas, 10 de ellos fueron asesinados en 2019. Los ataques a periodistas han incrementado continuamente en la última década, y la llegada de un nuevo Presidente no parece tener algún efecto en la trayectoria de la violencia”, señala Artículo 19.
Denuncian que los principales agresores son funcionarios públicos, quienes utilizan amenazas y acoso para intimidar a los periodistas, de tal manera que puedan acallar sus investigaciones.
Los principales temas que investigan los comunicadores agredidos son aquellos relacionados con la corrupción y la política.
La cifra de ataques o agresiones perpetradas por el crimen organizado hacia reporteros, topan las 49, mientras que las realizadas por funcionarios públicos son cinco veces más con 265. Después de las amenazas y las intimidaciones, las agresiones más comunes en México son los ataques físicos y el bloqueo, alteración o remoción de la información.
La organización advierte, por ejemplo, que aunque el nuevo Presidente sostiene conferencias matutinas diarias, utiliza información que pocas veces se puede verificar o contrastar, llegando a contabilizarse hasta 15 mil declaraciones falsas o incomprobables.
Además,. realiza comentarios hacia los trabajadores de la prensa que están en desacuerdo con su gobierno.
“AMLO regularmente estigmatiza a los trabajadores de los medios, adoptando una actitud altamente crítica hacia la prensa. El incremento de ataques individuales a la prensa refleja sus actitudes: no sólo los troles proAMLO atacan a los periodistas que son críticos del nuevo gobierno, sino que manifestantes han sido acosados también”, advierte el reporte.
Aunque el país tiene un mecanismo para la protección de periodistas, este no ha sido efectivo, señala la organización.
Por ejemplo, la oficina del Alto Comisionado de la ONU en Derechos Humanos, declaró en agosto del año pasado que la Fiscalía Especial de Atención a los Delitos en contra de la Libertad de Expresión es insuficiente para responder a la problemática.
De los mil 614 casos de agresión contra periodistas en México desde que fue creada la fiscalía especializada, sólo se han logrado 14 sentencias. En otras palabras, 99.3% de los casos quedan en la impunidad.
En mayo de 2019 el periodista Francisco Romero, que dirigía el portal Ocurrió Aquí, fue asesinado en Playa del Carmen, pese a que se encontraba bajo la protección del mecanismo, la cuarta persona asesinada, pese a la protección del gobierno.