Miles de mexicanos desplazados que se han visto obligados a huir del narco y la violencia en sus lugares de origen han llegado a Tijuana y piden ayuda en los albergues de esta ciudad fronteriza.
A los albergues para migrantes de Tijuana, Baja California, ya no solo llegan cientos de migrantes que vienen desde Centroamérica y Sudamérica con el sueño de llegar hasta Estados Unidos y lograr tener una mejor calidad de vida, lejos de la violencia que viven en sus países de origen, sino que ahora también han atiborrado estos lugares miles de mexicanos desplazados de sus hogares.
Estos mexicanos desplazados provienen principalmente de Michoacán y Guerrero, y huyen de sus lugares de origen a causa de la violencia y el crimen organizado, ante el temor de ser asesinados, desaparecidos extorsionados y vivir constantemente amenazados por los grupos criminales.
“Nosotros nos salimos por lo mismo, por la delincuencia, por el crimen organizado. A mi esposo lo quieren obligar a trabajar con ellos y muchas personas desaparecen por esa razón. Se los llevan o no sé si los matan o los tienen trabajando”, dijo una mujer que se encuentra actualmente en un albergue de Tijuana, quien fue entrevistada por Latinus.
A todo ello se suma el acuerdo del gobierno mexicano con Estados Unidos de recibir a los migrantes de Venezuela que hayan ingresado al territorio estadounidense sin documentos: “el trato se hizo sin tener un plan integral de atención humanitaria y sin preguntar a los albergues ni a las autoridades locales si es posible atender a los venezolanos que llegan a territorio mexicano y así evitar una doble crisis migratoria”, señala el reportaje de Latinus “Mexicanos desplazados por la violencia abarrotan albergues de Tijuana”.
“Alrededor de 550 migrantes venezolanos se encuentran en esta ciudad fronteriza, donde los albergues ya están a su máxima capacidad, pues el arribo de los sudamericanos se suma a los centroamericanos y haitianos que han llegado en los últimos meses”.
La Jornada
Desde hace más de un año, los albergues de Tijuana han reportado altos niveles de ocupación y organismos como la Alianza Migrante han denunciado que los refugios del estado y la federación son insuficientes para brindar atención a todas las personas que llegan pidiendo asilo y protección.
Ante la saturación y la falta de recursos, desde finales de 2021, las autoridades y encargados de estos albergues se han visto obligados a reubicar y regresar a algunos de los migrantes a sus lugares de origen, entre ellos a mexicanos que venían de estados como Michoacán, Guerrero y Jalisco.
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Con información de Latinus
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