Lotes de inversión en Yucatán, un riesgo por su valor especulativo

Analistas advierten que los principales incautos con personas de otras partes del país y del extranjero quienes están “comprando a ciegas” los llamados lotes de inversión en Yucatán.

Compras a ciegas

Empresas y desarrollo inmobiliarios han experimentado un boom en la oferta de “atractivos” terrenos que se venden a precios accesibles con la promesa de grandes beneficios y servicios.

Analistas han advertido que los principales incautos con personas de otras partes del país y del extranjero, quienes ante la publicidad de zonas paradisiacas y cerca del mar están “comprando a ciegas”.

Activistas han advertido que muchos de los lotes son terrenos que no cuentan con un marco legal, se tratan de tierras ejidales, están en disputa entre las comunidades, o bien, están prácticamente en medio de la nada, donde muy difícilmente se puedan obtener los servicios públicos básicos. Todo bajo la complacencia de autoridades municipales y estatales que otorgan los permisos de uso de suelo.

Por ello, es común observar letreros de venta de lotes y terrenos de inversión en la periferia de Mérida o cercanos a diferentes municipios, con nombres en maya que se publicitan en redes sociales de asesores inmobiliarios aprovechando el número de seguidores que tienen en sus cuentas.

Burbuja inmobiliaria

El mayor peligro antes estos supuesto desarrollos es que se está creando una “burbuja inmobiliaria” que podría estallar en cualquier momento y que afectaría a muchas personas, así como a la economía local.

Eduardo Monsreal Toraya, integrante del Observatorio de Movilidad Sostenible de Mérida, indicó que existe un problema en la regulación de los usos de suelo desde cómo se expiden las licencias respectivas. Una de las preocupaciones que, aunque es muchos de estos desarrollos se ubican lejos de la capital yucateca, existe una enorme flexibilidad por parte de las autoridades de cada municipio donde se instalan.

Precisa que mayoría de los municipios carecen de instrumentos de planeación urbana, su única referencia a nivel estatal es el Programa de Reordenamiento Ecológico Territorial; sin embargo, este sólo abarca algunas zonas. Lo que permite la factibilidad de que se construyan estos edificios. Este criterio de factibilidad urbanoambiental, dice el especialista, no es adecuado, “no son las óptimas”.

“Si bien, según las normas municipales, estos proyectos son susceptibles para asentamientos urbanos, esto no significa que sean aptos para urbanizar, pues necesitan pasar por una serie de procedimientos: factibilidad de servicios públicos, electricidad, agua, cosa que en la mayoría de los casos no se cumple”. 

Hasta ahora la mayoría de los casos se trata de una subdivisión de lotes, división de orden catastral; no obstante, cuentan con proyectos de urbanización.

En este sentido, gran parte de los municipios carece de instrumentos de planeación y tampoco cuentan con programas de desarrollo urbano, o son obsoletos, agregó el especialista.

“Como no hay instrumentos que regulen el territorio, es como una especia de positiva ficta, sí se puede porque no hay ninguna restricción”.

Ausencia de gobierno estatal

Aunado a la omisión de los municipios, existe una ausencia del gobierno estatal. Su papel es el de regular este tema, sin interponerse en las facultades municipales, y establecer ciertos candados a través de las leyes estatales para condicionar la autorización de estos proyectos.

A su vez, crear una plataforma de transparencia que albergue este tipo de desarrollos y señale cuáles tienen conflictos o en qué zonas están, si cuentan con tales servicios y de esta manera el cliente pueda comparar. 

Impactos sociales

Carla Escoffié, especialista en derecho a la vivienda y activista en defensa de los derechos humanos, señala que esto ha generado varios impactos sociales, ambientales y urbanísticos, lo que ha deformado el crecimiento de las ciudades.

“Hay una sobrevaloración de la demanda real. Todo mundo está invirtiendo confiando en la llegada de compradores finales que le darán valor de uso y que estarán dispuestos a pagar grandes sumas por ESOS terrenos.”

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Con información de La Jornada Maya.