El famoso Teatro Blanquita ha estado vinculado al espectáculo desde sus antecedentes, los cuales se remontan a finales del siglo XIX.
La familia Orrin
En 1881 la familia Orrin llegó a la Ciudad de México proveniente de Estados Unidos. Su manera de ganarse la vida era con espectáculos circenses por lo que inmediatamente montaron una carpa en lo que se conoce como la plazuela del Seminario, a un costado de la Catedral Metropolitana en el centro histórico de la ciudad.
Por cuatro años fue esta la sede de sus shows, hasta que decidieron trasladarse a la Plaza de Santo Domingo. Sin embargo, tampoco hicieron de este lugar su sede definitiva y en 1891 el conocido Circo Orrin se asentó en la plazuela Villamil con un espacio para 2 mil 200 personas.
El Circo era el centro de entretenimiento más importante de la época y el expresidente Porfirio Díaz fue entusiasta espectador, se dice que una de sus escenas favoritas era la interpretada por el payaso Richard Bell, único capaz de sacarle carcajadas en público. En el programa también figuraban gimnastas, un domador de leones y leopardos, las cantadoras tirolesas de jodle, la ecuestre Miss Ship, y otras celebridades; aunque el número más increíble era la pantomima titulada La Acuática.
Su éxito ciertamente fue enorme, gente de diversas partes del país acudía a sus espectáculos. Así mismo, el circo emprendía giras al interior del país.
“Visto por afuera, parece lata de sardinas. Adentro los concurrentes parecen sardinas, pero no en aceite sino en mantequilla. La entrada cuesta un real y la salida un catarro. No sé cuánto tiempo permanecerá esa barraca en nuestra plaza, más presumo que mucho porque el Ayuntamiento nunca se queda corto. Para él todas las plazas son cementerios; da concesiones perpetuas”.
Manuel Gutiérrez Najera
No obstante, el auge no duraría mucho y en 1911 tuvo que ser desmantelado debido a que la concesión que tenía el circo con el Ayuntamiento de la capital ya había finalizado. La familia Orrin entonces decidió dedicarse de lleno a los bienes raíces.
En 1902 Walter Orrin ya había solicitado al ayuntamiento de la ciudad autorización para fraccionar los terrenos de una nueva colonia a la que bautizó Roma, en honor al circo romano que representa el origen del circo en el mundo. De hecho, los nombres de las calles provienen de los estados visitados por el circo durante sus giras por la república.
Un teatro se erige
En los años 50, Margarita Su y su esposo Félix Cervantes adquirieron el famoso terreno para construir el Teatro-Salón Margo, mismo que gozó de gran renombre a pesar de la crítica de los sectores conservadores. Aquí se presentaron figuras de la comedia que después incursionarían en el cine como Tin Tan, Cantinflas, Palillo, Clavillazo o Vitola.
No obstante, en 1958 se ordenó su demolición por orden del político Ernesto Uruchurtu, supuestamente por “no cumplir con las medidas de seguridad requeridas”.
Esta decisión no mermó en los ánimos de Margarita Su y Felix Cervantes, quienes decidieron levantar un nuevo recinto más seguro y definitivo al que bautizaron “Blanquita” en honor a hija Blanca Eva Cervantes y fue inaugurado el 27 de agosto de 1960. La capacidad era de 2 mil butacas, que, con el éxito que tuvo, se llenaba rápidamente cada vez que se tenía una obra o un baile.
En el Teatro Blanquita se presentaron obras estelarizadas por artistas de la talla de María Victoria, de ésta última se levantó la escultura que está en medio de la plaza; Dámaso Pérez Prado, Marco Antonio Muñiz, Toña la Negra, Lucha Villa y la Sonora Santanera.
En 2016 el Teatro fue declarado Patrimonio Cultural y Urbano de la Ciudad de México; sin embargo, a la fecha su rescate sigue trabado debido a que la dueña, Blanca Eva Cervantes, no ha aceptado las negociaciones para que el gobierno capitalino adquiera el terreno de dos mil 39.94 metros cuadrados.
“Reactivarlo abriría la posibilidad de una oferta cultural, de un corredor cultural que podría cambiar la dinámica en la zona. Tienes el Palacio de Bellas Artes, el Museo Franz Mayer, Garibaldi, el Museo del Tequila y el Deportivo Guelatao”.
Erik Alfonso Carranza López, especialista en diseño urbano.
@historiaschidxs 😢 Es triste saber que teatros como “El Blanquita” han sido olvidados 🎭 #historia #teatro #cdmx #leyendas #recorridos #recorridos #cultura #cdmxlife #mexico🇲🇽 #foryou #blanquita ♬ MAMBO OVER THE MOUNTAIN – Rick Hirsch
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