Larry Fink, cofundador y presidente de la compañía de gestión de inversiones BlackRock, es considerado por algunos como la persona que realmente “mueve los hilos” de la economía mundial.
Camino de éxito
El politólogo y empresario Larry Fink dirige desde los años noventa la firma de inversión más importante del mundo. Su inmenso poder e injerencia en las decisiones más relevantes de la economía mundial lo han posicionado como uno de los hombres más importantes, quien paso de ser un banquero de Wall Street a ser, de facto, un hombre de Estado.
Fink nació en 1952 en el barrio de Van Nuys de Los Ángeles. De origen judío, es hijo del dueño de una tienda de zapatos y una profesora universitaria de inglés y en su juventud estudió Ciencias Políticas en la Universidad de California (UCLA). Después cursó un máster en dirección de empresas y se trasladó a Nueva York para trabajar en Wall Street.
En 1976 se integró al equipo del banco de inversión estadounidense First Boston, donde negociaba bonos respaldados por hipotecas. Pocos después, Fink, de 31 años, se convirtió en el miembro más joven del comité de dirección de la compañía, tras lograr que la empresa ganara mil millones de dólares. Su carrera ascendió hasta que en 1986 perdió de alrededor de 100 millones de dólares y, aunque no lo despidieron, renunció en 1988 para fundar en los años noventa la compañía de Fink, la cual inició con un préstamo de 5 millones de dólares y, además de invertir el dinero de los clientes, también ofrecía una mejor gestión del riesgo.
De Fink todo el mundo tiene opinión. Se ha dicho de él que es un gobierno en la sombra, que es muy intenso, que tiene una personalidad muy fuerte, que va de frente, que es divertido y astuto, que tiene una capacidad enorme para establecer redes de contactos y obtener información, que es muy ambicioso, que le encantan los chismes y la gran estrategia, que ha trabajado duro por quitarse la mala imagen del pasado y que cuando se vaya será como cuando Alex Ferguson dejó el Manchester United.
El Economista
Llega BlackRock
BlackRock creció muy rápidamente hasta posicionarse como la empresa líder en gestión de activos y riesgos, cada vez con más inversores. “Administraciones públicas, fondos soberanos y ahorradores particulares le confían su dinero a cambio de un beneficio que entre 2007 y 2017 fue del 80%”, señala el medio español La Vanguardia, y destaca que los ahorros a largo plazos, como, por ejemplo los fondos de pensiones son una prioridad para la empresa de Fink. Con BlackRock llegó el neocapitalismo y la riqueza del mundo comenzó a concentrarse en menos manos, lo que incrementó la desigualdad global.
BlackRock, la primera gestora de fondos del mundo, es un gigante despierto que está cambiando el capitalismo. Le sobra fuerza para intentarlo. Gestiona 6,3 billones de dólares –5,3 billones de euros–, casi tanto como el PIB de Alemania y Francia juntos. Habla de tú con los gobiernos e instituciones financieras. Les aconseja cómo actuar y lo mismo hace con las compañías en las que es el principal accionista. Entre ellas están, por ejemplo, el 88% de las empresas en el índice S&P 500.
La Vanguardia
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Con información de El Economista (España) y La Vanguardia
