Mediante la sororidad laboral, las mujeres logran impulsar a otras mujeres para alcanzar sus metas profesionales y triunfar en el mundo del trabajo.
A pesar de los avances registrados en las últimas décadas, todavía hay muchos desafíos para las mujeres en el ámbito laboral. Las mujeres todavía reciben salarios inferiores a los de sus colegas masculinos y reciben menos oportunidades para avanzar en la empresa. Esta brecha salarial también se extiende a los sectores públicos y privados. Por ello, el papel de las mujeres para impulsar el desarrollo profesional de otras es crucial para seguir avanzando en la equidad de género en el ámbito laboral.
Según el estudio “Women In Business 2022″, solo el 33% de los puestos directivos empresariales son ocupados por mujeres. Además, 7.9 millones de trabajadoras fueron víctimas de violencia laboral en 2021, según cifras de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh). En este contexto, muchas mujeres líderes han decidido crear espacios de confianza donde pueden escuchar activamente a sus compañeras de trabajo y conocer sus necesidades. Con ello, han logrado fomentar la sororidad laboral y crear nuevas redes de apoyo en el trabajo.
De acuerdo con la plataforma MIT Sloan México, estas son algunas de las acciones que las mujeres pueden llevar a cabo en sus empresas u organizaciones para impulsar la sororidad laboral:
Es importante dejar de juzgar las decisiones, tanto profesionales como personales, de las compañeras de trabajo, como, por ejemplo, la decisión de embarazarse o formar una familia. Una red de apoyo abona al compañerismo y fomenta ambiente empático y flexible.
Para lograr transformar el entorno laboral, las mujeres deben empoderarse unas a otras: expresarse, escucharse y también participar en los cambios que necesita llevar a cabo la organización para adoptar una visión de género en sus políticas internas. Con ello, las trabajadoras generarán lazos mucho más significativos con sus compañeras.
Es realmente importante que las mujeres reconozcan el buen desempeño de otras. Esa acción, más allá de elevar la autoestima de las trabajadoras, también genera un efecto de reconocimiento en cascada para las mujeres que son parte de una organización.
Tener a una mentora es una de las experiencias más inspiradoras para cualquier mujer, ya que significa tener la posibilidad de aprender de una mujer especializada en un área en particular resulta una gran motivación. Esto no solamente abre la puerta a más oportunidades para la colaboradora, sino que también es una herramienta para acabar con el sexismo y la competencia entre mujeres.
La sororidad laboral es fundamental cuando una mujer es víctima de acoso o discriminación, ya que puede llegar a sentirse culpable o invisibilizada. Por ello, es importante contar con una red de mujeres que la comprendan y apoyen en su proceso de denuncia.
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Con información de MITSloan
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