Datos de la Sedena revelan que solo 5% de los narcolaboratorios que incautó el Ejército en 2023 estaban activos.
La 4T incluye incautaciones de establecimientos inactivos
Datos de la Secretaría de la Defensa (Sedena) dados a conocer por la Agencia Reforma revelan que únicamente el 5% de los narcolaboratorios que incautó el Ejército los primeros meses de 2023 estaban activos al momento de realizar los operativos. Esto, de acuerdo con una investigación de Reuters, agencia de noticias internacional que reportó en marzo que las autoridades mexicanas registraron un alza importante en el número de redadas a narcolaboratorios a partir de diciembre de 2018, cuando llegó Andrés Manuel López Obrador al poder.
Sin embargo, al revisar los datos, resulta que la mayoría de estos laboratorios ilegales, que las bandas del crimen organizado usan para fabricar o alterar sustancias ilícitas, ya no estaban operando al momento de ser decomisados. De acuerdo con la Sedena, durante los primeros siete meses de este 2023, el Ejército incautó 527 laboratorios, pero solamente 24 de ellos estaban activos, mientras que la gran mayoría (95%) ya habían sido abandonados antes de que llegaran las Fuerzas Armadas.
No eran laboratorios de fentanilo
Cabe recordar que para el mandatario estadounidense Joe Biden es prioritario combatir el flujo ilícito de fentanilo que llega hasta los Estados Unidos procedente de México. Debido a ello, ha presionado al presidente López Obrador para intensificar la eliminación de laboratorios clandestinos.
Sin embargo, según la información del reporte de la Sedena, hasta agosto pasado, los laboratorios encontrados y asegurados por la Sedena eran instalaciones donde se realizaban procesos relacionados con las metanfetaminas y no con la producción fentanilo. Esto se alinea con la reiterada negativa del gobierno federal sobre la fabricación de fentanilo en territorio mexicano, lo cual ha sido rechazado por las autoridades estadounidenses.
Buscan “inflar” acciones de la 4T contra el narco: experto
Este patrón de registrar el decomiso de narcolaboratorios inactivos comenzó desde 2018, ya que se han reportado 1,658 redadas del Ejército mexicano para incautar estos laboratorios clandestinos, aunque en el 89% de los casos, estos lugares ya estaban abandonados antes de que llegaran las Fuerzas Armadas. De acuerdo con Guillermo Valdés, extitular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), al agregar laboratorios inactivos al recuento de incautaciones que ha realizado el gobierno federal, se busca inflar los logros del presidente López Obrador ante la mirada de su homólogo estadounidense.
“La Sedena está tirando su prestigio alterando las cifras. ¿Quién les va a creer después de esto?”, cuestionó el experto.
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