En el sur del Estado de México, específicamente en municipios como Villa Guerrero, Tenancingo y Coatepec Harinas, al menos el 30% de los 15 mil floricultores ha optado por cambiar sus cultivos de flores a productos como chayote, fresa, aguacate y hortalizas. Este cambio se debe a la inviabilidad económica de la producción de flores, sumada a las cuotas extorsivas impuestas por grupos criminales, informaron productores bajo condición de anonimato por temor a represalias.
Floricultures no pudieron con las extorsiones
Las zonas más afectadas por la célula de La Familia Michoacana y, en algunas áreas, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), como Villa Guerrero, Coatepec Harinas y Tenancingo, han experimentado el cierre definitivo de muchos invernaderos. La incapacidad para hacer frente a las extorsiones ha llevado a los floricultores a buscar alternativas de cultivo más rentables.
“Ahora hasta nuestros compradores que vienen de otras entidades o municipios deben pagar cuota. No hemos podido levantarnos desde la pandemia que nos llevó a la quiebra a muchos, y luego llevamos años, décadas en este ambiente de violencia, que hoy ven las autoridades porque reventó Tixca [Texcaltitlán], pero estábamos así desde hace años”, expresaron los productores.
¿Cuánto dinero cobran a los floricultores?
Las cuotas impuestas incluyen pagos de al menos 10 pesos por arpilla o un peso por metro cuadrado. En algunos casos, un porcentaje de las ganancias, independientemente de si los productos han sido vendidos o no. El miedo a represalias ha llevado a muchos a no denunciar estos casos.
“El temor es superior al ánimo de acudir con las autoridades”, indicó un floricultor de Villa Guerrero, subrayando la falta de confianza en las instituciones locales para abordar el problema de la extorsión.
La situación se agrava con la imposición de condiciones comerciales y la obligación de comprar insumos designados por los grupos delictivos. La incertidumbre se extiende incluso a la contratación de trabajadores, ya que algunos podrían estar vinculados a las células delictivas y actuar como informantes.
Habitantes, en el abandono
Las autoridades municipales han sido criticadas por no tomar medidas efectivas para proteger a las comunidades afectadas. Tras los recientes acontecimientos en Texcapilla, donde 14 personas perdieron la vida en un enfrentamiento entre pobladores y criminales, los habitantes se sienten desatendidos y temerosos de represalias.
“Las comunidades ya estamos secas, sangradas, desgastadas, no podemos seguir así y hay quienes mejor ya dejaron el pueblo, no se puede vivir así”, lamentó uno de los afectados de Tenancingo.
Javier Reyes Escamilla, de la Unión de Ganadería Regional, destacó la complejidad de la situación, especialmente en áreas donde la falta de señal de internet y comunicación limita la visibilidad y la capacidad de respuesta.
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Con información de El Universal.