En Guerrero, 43 pueblos se levantan en armas contra La Familia Michoacana

Una situación de violencia y conflicto se ha desatado en los municipios de San Miguel Totolapan y Heliodoro Castillo, en la región Tierra Caliente de Guerrero. Ahí, alrededor de 800 campesinos de 43 comunidades han tomado la decisión de levantarse en armas en respuesta a los ataques perpetrados por presuntos miembros de la organización criminal La Familia Michoacana. Estos ataques, que comenzaron el jueves pasado en el poblado de Linda Vista, han generado una respuesta contundente de la población local.

Una guerra por recursos naturales

La escalada de violencia aumentó cuando el excomisario municipal, Hugo Cortés Barragán, perdió la vida en una de las agresiones armadas. Las autoridades locales han señalado que la disputa por el territorio va más allá de rivalidades entre grupos criminales y tiene que ver con cuestiones económicas y recursos naturales.

La región en conflicto, situada en la Sierra Madre del Sur, es rica en recursos naturales, incluyendo madera, proyectos mineros y fuentes de agua, lo que la convierte en un objetivo de interés para diversos actores.

Exigen ayuda de AMLO

El sábado, comisarios de 67 pueblos de los municipios afectados emitieron un comunicado en el que solicitaron ayuda al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. En el mensaje, exprese su preocupación por la creciente violencia y señala la posibilidad de una guerra civil si la situación no se resuelve de manera adecuada. Además, hicieron hincapié en su intención de proteger sus comunidades y evitar el derramamiento de sangre.

Los campesinos han llegado a un acuerdo para trasladar a la mayoría de los habitantes de localidades vecinas a Linda Vista, mientras mantienen presencia en sus propios poblados para protegerlos. Se han establecido puestos de vigilancia en los cerros y en los accesos a la localidad como parte de su estrategia para hacer frente a la violencia.

Ataques con drones y violencia armada desplazan a residentes

La región de Linda Vista, en los municipios de San Miguel Totolapan y Heliodoro Castillo, Guerrero, ha sido testigo de una escalada de violencia que ha llevado a la suspensión de actividades cotidianas y al desplazamiento de sus habitantes. El sábado pasado, la situación se volvió aún más peligrosa cuando cuatro bombas caseras fueron arrojadas desde drones en la localidad, causando conmoción y temor entre los residentes.

Un campesino local relató que las bombas caseras, lanzadas desde drones, cayeron fuera del pueblo, evitando así una tragedia mayor. Sin embargo, los estruendos de las explosiones provocaron una rápida reacción de la población, que buscó refugio ante el peligro.

La incursión de grupos armados en la región ha tenido un impacto significativo en la vida cotidiana de la comunidad. La mayoría de los maestros y médicos han abandonado la zona, dejando a los residentes sin acceso a servicios básicos. El programa “Sembrando Vida”, que promueve el desarrollo rural, también se ha suspendido debido a la inseguridad reinante.

La situación de inseguridad ha llevado a que cerca de 500 personas, incluyendo niños, mujeres y adultos mayores, busquen refugio en el curato de la iglesia local desde el jueves pasado, cuando comenzaron los ataques. La falta de espacio y las condiciones precarias en las que se encuentran son motivo de preocupación para la comunidad.

Familia Michoacana ha perturbado la tranquilidad

El comisario municipal, Juan Nazario, y Eudocio Barragán, líder de la localidad, destacaron que desde el jueves, La Familia Michoacana ha perturbado la tranquilidad de la comunidad con balaceras continuas. Incluso durante la conferencia de prensa, se reportaron tiroteos a aproximadamente un kilómetro de distancia, lo que ilustra la persistente amenaza de la violencia en la región.

Según los relatos de los residentes, se estima que entre 200 y 300 delincuentes están llevando a cabo los ataques contra el pueblo, sembrando el miedo y la incertidumbre en la población. Además de los enfrentamientos armados, se han lanzado bombas en la zona, lo que ha aumentado el riesgo para los residentes.

Los residentes de Linda Vista han expresado su frustración y decepción ante la aparente falta de apoyo por parte de las autoridades, a pesar de que estas son conscientes de la situación. Han solicitado ayuda al presidente Andrés Manuel López Obrador mediante una solicitud por escrito, destacando que muchos de ellos votaron por él y esperan una respuesta eficaz y urgente para restaurar la paz y la seguridad en su comunidad.

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Con información de La Jornada.