La violencia contra jóvenes en México; un recuento alarmante durante el sexenio de López Obrador
En un reciente y trágico incidente en Salvatierra, Guanajuato, 12 jóvenes fueron asesinados y 11 más resultaron heridos en una posada, en un ataque perpetrado por un grupo armado, presumiblemente vinculado al crimen organizado. Este suceso no es un caso aislado, sino parte de una tendencia alarmante que se ha desarrollado durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El crimen organizado en México ha evolucionado de manera preocupante, impactando significativamente a los jóvenes. No solo se limita a proveer drogas, sino que ahora también intenta reclutarlos a la fuerza, convirtiéndolos en víctimas y a veces en perpetradores de la violencia que azota al país.
Desde el inicio del mandato de López Obrador, se han registrado numerosos casos de violencia contra jóvenes. Estos asesinatos a menudo se caracterizan por su brutalidad y, en muchos casos, están vinculados directa o indirectamente al narcotráfico y a las disputas entre carteles.
Algunos de los casos más notorios incluyen masacres en bares, fiestas y reuniones sociales, donde los jóvenes son el blanco principal. Estos ataques suelen ser reivindicados o atribuidos a grupos delictivos que buscan controlar territorios o enviar mensajes a grupos rivales.
Según cifras oficiales, la tasa de homicidios de jóvenes ha aumentado significativamente en los últimos años. Muchas de estas muertes están directamente relacionadas con el crimen organizado.
La amenaza del reclutamiento forzado
Más allá de la violencia directa, el crimen organizado representa una amenaza constante para los jóvenes a través del reclutamiento forzado. Los carteles buscan jóvenes para expandir sus operaciones, aprovechando la falta de oportunidades, la pobreza y, en algunos casos, la admiración o el temor que generan estos grupos en ciertas comunidades.
En regiones con alta presencia del narcotráfico, los jóvenes enfrentan presiones para unirse a estas organizaciones. La negativa puede resultar en represalias, incluso la muerte. Este fenómeno plantea un gran desafío para el gobierno de López Obrador. A pesar de las promesas de abordar la violencia con estrategias como “abrazos, no balazos”, los resultados han sido cuestionados por su efectividad.
Así, el crimen organizado no solo representa una amenaza directa a través de la violencia, sino también a través del reclutamiento forzado de adolescentes. En los primeros tres años del actual gobierno, 15 mil 20 adolescentes fueron imputados por el delito de narcomenudeo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Niñas, niños y adolescentes continúan siendo utilizados y reclutados por el crimen organizado”. Ramírez añade que el involucramiento de adolescentes en el narcomenudeo es una realidad nacional, y que “existen situaciones estructurales, circunstancias sistémicas a los contextos de vida de las infancias y adolescencias que los dejan en mayor riesgo y a ser más vulnerables para ser utilizados por los diversos grupos delincuenciales o del crimen organizado”.
Tania Ramírez, directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim)
Recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan los jóvenes en México
El ataque en Salvatierra es un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan los jóvenes en México. Mientras el país se prepara para futuras elecciones y continúa luchando contra la pandemia de COVID-19, la seguridad de sus jóvenes debería ser una prioridad en la agenda nacional. El futuro de México depende de la capacidad del gobierno y la sociedad para proteger y empoderar a su población más joven y vulnerable.
Desde enero a agosto de 2023, se registraron 1,593 homicidios de personas entre 0 y 17 años, con una leve disminución del 6% comparado con el mismo periodo de 2022. Durante la administración actual, se han reportado 11,641 homicidios en este grupo etario, equivalente a un promedio de 6.7 homicidios diarios.
De los homicidios de enero a agosto de 2023, 605 fueron dolosos. Siete de cada diez de estos homicidios fueron cometidos con armas de fuego. Guanajuato, Estado de México y Chihuahua lideraron en homicidios dolosos de este grupo de edad. El total de homicidios dolosos en la administración actual asciende a 5,035, con un promedio mensual que ha aumentado de 79.1 en la administración de Peña Nieto a 88.3 en la de López Obrador.
Impacto del crimen organizado en la juventud
El crimen organizado no solo ejerce violencia directa, sino que también recluta jóvenes. En los primeros tres años del gobierno actual, 15,020 adolescentes fueron imputados por narcomenudeo. Tania Ramírez, directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), enfatiza que niños y adolescentes son utilizados y reclutados por el crimen organizado.
Estas cifras reflejan una triste realidad para la juventud en México, que enfrenta tanto la amenaza del crimen organizado como la violencia directa. Es imperativo que el gobierno y la sociedad civil trabajen conjuntamente para brindar oportunidades y seguridad a los jóvenes, protegiéndolos de estas amenazas y garantizando su derecho a un futuro seguro y próspero.
Violencia en cifras: un sexenio sangriento
A cinco años del mandato de López Obrador se han registrado cerca de 170 mil homicidios dolosos y feminicidios.
Víctor Hernández, experto en seguridad pública y maestrante en Seguridad Nacional en el King’s College London, comenta: “Todo parece indicar que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador va a rebasar los totales de homicidio que se registraron con Enrique Peña Nieto y ya rebasó a Felipe Calderón”.
Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, estima que para finales de la administración semestre de 2023 se rebasarán los 200 mil homicidios estableciendo un nuevo récord en violencia.
Cronología de asesinatos y secuestros contra jóvenes
A lo largo de 2023 en México, se registró una serie de secuestros y asesinatos grupales de jóvenes, revelando una alarmante situación de inseguridad. Estos crímenes, a menudo brutales y ejecutados por grupos armados, afectaron a estudiantes y trabajadores jóvenes en varias regiones del país. Casos destacados incluyen el secuestro de cinco estudiantes de medicina en Celaya, ocho jóvenes en un centro de atención telefónica en Zapopan, y varios otros incidentes donde los jóvenes fueron brutalmente asesinados o desaparecidos en circunstancias aterradoras.
- Celaya (Estudiantes de Medicina): En diciembre, cinco estudiantes de medicina fueron encontrados asesinados en Celaya.
- Zapopan (Centro de Atención Telefónica): Entre el 20 y el 27 de mayo, ocho empleados de un centro de atención telefónica en Zapopan desaparecieron y posteriormente se encontraron sus restos.
- Lagos de Moreno (Cine): El 11 de agosto, cinco jóvenes desaparecieron en Lagos de Moreno después de ir al cine.
- Malpaso (Rancho): El 24 de septiembre, siete jóvenes fueron secuestrados de un rancho en Malpaso, y más tarde seis de ellos fueron encontrados muertos.
- Escobedo: El 7 de enero, cinco jóvenes desaparecieron en Escobedo tras asistir a una fiesta.
- Salvatierra: 16 de diciembre. Un incidente en Salvatierra resultó en la muerte de doce jóvenes y 11 más heridos.
- Ciénega de Flores (Nuevo León): El 25 de enero, cinco jóvenes fueron secuestrados en Ciénega de Flores.
- Madera (Chihuahua): El 26 de septiembre, cuatro trabajadores forestales fueron interceptados y asesinados en Madera, Chihuahua.
- Tamazula (Durango): El 28 de octubre, seis jóvenes fueron encontrados muertos en Tamazula, Durango.
- Tres Valles (Veracruz): El 27 de agosto, cinco albañiles fueron secuestrados en Tres Valles, Veracruz.
La reacción del gobierno frente a estos crímenes ha sido cuestionada, especialmente las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en ocasiones respondió con comentarios inapropiados o minimizando la gravedad de los hechos. Por ejemplo, en un caso sugirió, sin evidencia, que la muerte de estudiantes de medicina fue debido a una disputa por drogas, una afirmación desmentida más tarde por los resultados de las autopsias.
Estos acontecimientos han conmocionado a la sociedad mexicana, provocando protestas y demandas de justicia. Sin embargo, muchos casos permanecen sin resolver, lo que subraya la grave problemática de seguridad y la impunidad en el país.