Delitos tecnológicos y respuestas institucionales: Evaluando el marco legal y las acciones frente al creciente espionaje digital en México
En un contexto donde la privacidad digital se vuelve cada vez más vulnerable, es crucial entender quiénes pueden acceder a nuestras comunicaciones y cómo protegernos. El panorama actual en México revela diversas formas de espionaje, desde intervenciones legales hasta prácticas ilegales. En este sentido, Javier Tejado Dondé nos comparte información valiosa a través de las páginas de El Universal.
Intervenciones legales según la Ley Federal de Telecomunicaciones:
- Fiscalías: Bajo este apartado, prácticamente cualquier fiscalía puede solicitar datos generales de un teléfono móvil sin orden judicial. Esto incluye información como el nombre, domicilio del suscriptor, tipo de comunicaciones y la identidad de las personas contactadas.
- Juez Federal: A solicitud de autoridades locales o la FGR, un juez federal puede autorizar la intervención de cualquier comunicación privada, abarcando SMS, llamadas, correos electrónicos y archivos.
Otras Formas de Espionaje:
- Autoridades pidiendo datos ilegales: Casos recientes, como el del alcalde Santiago Taboada, indican que funcionarios de fiscalías, como la de la Ciudad de México, Colima y Michoacán podrían estar solicitando información de manera ilegal, bajo el pretexto de presuntas investigaciones por secuestro, comprometiendo la privacidad de individuos.
- Pegasus: La infección de equipos móviles a través del software israelí Pegasus constituye otra forma de espionaje. México ostenta el triste récord de ser el país con más equipos infectados en el mundo, según revela una investigación del NYT.
- Espionaje privado: Empresas, especialmente telefónicas, pueden realizar espionaje sin orden judicial, pinchando los teléfonos de sus clientes y vendiendo la información. Ejemplos notorios incluyen la filtración de llamadas del Fiscal General de la República.
¿Cómo protegerte?
La recomendación principal es ser cauteloso con la información compartida electrónicamente. Además, poseer un equipo móvil con número de Estados Unidos podría complicar el espionaje, ya que, según indicaciones legales, el software de Pegasus no debería espiar números adscritos a este país.
En este escenario, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) debería desempeñar un papel crucial. Aunque se desconoce si el IFT está abordando activamente estos casos, la atención a la privacidad digital y la emisión de lineamientos al respecto deberían ser prioridades en su agenda.
Hasta el momento, no se ha recibido respuesta a la consulta realizada al IFT sobre las acciones que podría tomar frente a estos preocupantes casos de espionaje. La vulnerabilidad de la privacidad digital exige respuestas y acciones efectivas para salvaguardar los derechos de los ciudadanos.