COVID-19 dejará las peores consecuencias económicas al mundo desde la Gran Depresión: FMI

La pandemia de COVID-19 cambió radicalmente el escenario global, lo que está dejando las peores consecuencias económicas desde la Gran Depresión, advirtió este jueves Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Georgieva adelantó que en su próximo reporte de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO) se verá el cambio de escenario, ya que esperan que más de 170 países experimenten una contracción en el ingreso per cápita, en lugar de la recuperación que se estimaba en 160 países.

“Tenemos una incertidumbre extraordinaria sobre la profundidad y duración de esta crisis. Sin embargo, ya está claro que el crecimiento global se volverá muy negativo en 2020, como se verá en nuestra Perspectiva de la economía mundial la próxima semana” dijo, y agregó que anticipan “las peores consecuencias económicas desde la Gran Depresión”.

Al advertir que 2020 será “excepcionalmente difícil”, la directora gerente señaló que si la pandemia se desvanece en la segunda mitad del año y permite un levantamiento gradual de las medidas de contención y la reapertura de la economía, se podría suponer una recuperación parcial en 2021.

“Insisto en que existe una gran incertidumbre en torno a las perspectivas: podría empeorar dependiendo de muchos factores variables, incluida la duración de la pandemia”, alertó.

Los sectores más ‘golpeados’ por las medidas de contención a nivel mundial son el comercio minorista, la hospitalidad, el transporte y el turismo.

Entre la población más impactada están los trabajadores independientes y los empleados de las pequeñas y medianas empresas, señaló la funcionaria en un comunicado enviado la víspera de la Reunión de Primavera que sostendrán el FMI y el Banco Mundial la próxima semana bajo un formato virtual y con la temática del combate a la pandemia.

Un plan en cuatro puntos

Ante este panorama, Georgieva expuso un plan de cuatro puntos: priorizar gasto en salud; apoyo a empresas y personas con emplazamientos de pago de impuestos y con seguros de desempleo; cuidar el sistema financiero, y planear la recuperación, en la que la parte de estímulos fiscales es importante.

“Hay que proteger a las personas y empresas afectadas con medidas fiscales y financieras grandes, oportunas y específicas. Esto varía según las circunstancias del país, pero incluye aplazamientos de impuestos, subsidios salariales y transferencias de efectivo a los más vulnerables, ampliar el seguro de desempleo y la asistencia social, y ajustar temporalmente las garantías de crédito y los términos del préstamo”, señaló en su discurso.

“A medida que los países avancen en la fase de contención, deben planificar la recuperación. Conforme los negocios comiencen a normalizarse habrá que moverse rápidamente para agilizar la demanda. Donde la inflación sigue siendo baja y bien anclada, la política monetaria debe seguir siendo acomodaticia”, agregó.

Alertó sobre la importancia de evitar que las presiones de liquidez se conviertan en problemas de solvencia y “evitar una cicatrización de la economía que dificultaría mucho la recuperación”.

Llamó a cuidar la disminución del estrés del sistema financiero. “Mejorar la liquidez para una gama más amplia de economías emergentes proporcionaría más alivio”, consideró la funcionaria.