El mercado a nivel mundial está valuado en 698 mil millones de dólares y el negocio está integrado por alrededor de 22 mil 113 empresas en total;
Por @JorgedeLuna
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, lleva más de 18 años recorriendo de norte a sur y viceversa México. Ningún político se le compara. Conoce las 32 entidades federativas y los dos mil 457 municipios que las conforman, pero es ciego o no entiende qué tan poderoso es México en energías renovables.
Tres veces contendió por la silla presidencial. Construyó una narrativa y se apoderó de la desigualdad, de la injusticia, de los pobres y de la corrupción como estandarte para ganarse al “pueblo bueno y trabajador”, sin embargo, muy poco ofreció en sus tres candidaturas en nuevos mecanismos de energía porque vive anclado al petróleo y a combustibles fósiles cuando que ya éstos están siendo reemplazados por energía solar, gas natural y energías renovables.
Ricardo Anaya, panista y candidato presidencial en el primer debate el 20 de mayo de 2018, le reviró al hoy Presidente, que no importaba su edad, que no hablara inglés, que tampoco viajara por el mundo sino que la realidad “es que tus ideas son muy viejas y que no entiendes el mundo”.
El gobierno del presidente morenista, intenta el rescate del sector del carbón, pero dicho combustible fósil no está logrando impulsar su renacimiento y es que cabe señalar que también el presidente estadounidense Donald Trump intentó apuntalar la industria carbonífera, sin embargo, los analistas le dijeron que no ven posibilidades.
“A pesar de haber intentado apuntalar el carbón durante casi dos años mediante el retroceso las regulaciones climáticas, la industria continúa en fuerte declive: el consumo de carbón alcanzó su punto máximo en 2007. El auge del esquisto creó un exceso de gas natural barato en Estados Unidos y los costos de implementar la energía solar y eólica siguen descendiendo.
“Se proyecta que el consumo de carbón en Estados Unidos disminuirá en casi 4% en 2018 a su nivel más bajo desde 1979, dijo el martes la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).
“Al final del año, el apetito por el carbón se ubicará en un impactante 44% por debajo de los niveles de 2007”, publicó Expansión el 7 de diciembre de 2018.
La extracción de carbón en México del Siglo XIX
El carbón fue un mineral altamente valorado en América y Europa a lo largo del siglo XIX por sus capacidades energéticas y su utilidad artesanal e industrial.
En el artículo “Los estudios sobre el carbón en las revistas minero-mineralógicas de la ciudad de México, 1870-1879”, publicado en la revista Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, volumen 54, julio-diciembre 2017, páginas 62-75, da cuenta de que “si bien la extracción de carbón en México se remonta a principios del siglo XIX, con escasos proyectos de explotación intensiva, no fue sino hasta las últimas dos décadas de dicho siglo que el carbón se explotó de manera sistemática.
“El carbón, como un combustible que revolucionó las actividades de varios sectores productivos. El carbón fue valorado como un nuevo ramo del erario y una oportunidad para los capitalistas que buscaban invertir su dinero en la venta de materias primas, pues este tenía una alta demanda en varios países de Europa y en Estados Unidos”, publicó la revista.
Apuesta por el carbón
En un reportaje de Reporte Índigo da cuenta de que México no quiere renunciar al carbón.
“Desde hace años, el ‘oro sucio’ alimenta las plantas carboeléctricas para generar electricidad, sin embargo, los contaminantes que derivan de esta actividad generan un daño importante a la salud, además de que representan un reto para mitigar los efectos del cambio climático”, publicó el medio.
Asimismo, dio a conocer que la última inversión que realizó durante este año la Comisión Federal de Electricidad (CFE) dirigida por Manuel Bartlett fue por el orden de los 2 mil millones de pesos para adquirir dos millones de toneladas de carbón a 75 productores de Coahuila.
“En diversas ocasiones la Iniciativa Climática México (ICM) ha hecho un llamado a descarbonizar al sector energético a nivel nacional con el objetivo de contribuir a la lucha contra la emergencia climática a través de una mayor participación de las energías renovables y la eficiencia energética”, refirió en su edición del pasado 5 de octubre.
Al respecto, en distintas ocasiones y de distintas maneras el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha manifestado en contra de las energías limpias: eólica y solar.
Una de las más recientes fue cuando, en un video, el presidente de México se expresó en contra de la generación privada de energía.
Con evidente molestia dijo que los aerogeneradores del parque eólico de La Rumorosa “afean el paisaje”.
Ahí mismo lanzó una advertencia: no se darán nunca más permisos, dijo, en referencia a las subastas eléctricas para licitar parques eólicos y solares.
Los aerogeneradores contaminan visualmente, sentenció, y “hay que respetar a la naturaleza”.
Detrás de las declaraciones y dichos coloquiales presidenciales, hay una clara intencionalidad: revertir la reforma energética, puntualizó el economista Marco A. Mares.
Negocios en lo oscurito
La Comisión Federal de Electricidad (CFE), dirigida por Manuel Bartlett, combate las energías limpias y privilegia la quema de carbón para generar electricidad. Algo poco transparente, altamente contaminante, pero que sólo genera alarma en algunas pocas personas.
El empresario minero y legislador por Coahuila, Armando Guadiana Tijerina, se le acusa de beneficiarse de la empresa pública de electricidad.
El senador del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tiene “privilegios” ante la CFE. En el último llamado para comprar carbón realizado por la Comisión, al menos cuatro empresas asociadas a él o a su familia aparecen entre las potenciales beneficiarias.
“Al menos unos 57.9 millones de pesos irán a parar al entorno del senador”, se publicó en los medios.
Se desploma en Europa el uso del carbón
En un informe de los expertos energéticos de Agora Energiewende y Sandbag, publicado en el peridódico del El País el 7 de febrero de 2020, establece que la descarbonización del sector eléctrico parece encarrilada en Europa.
Dicho informe, dio a conocer el rotativo español, que la Unión Europea se está desenganchando del carbón más rápido de lo previsto mientras que la producción de energía con tecnologías renovables marca máximos históricos.
“Y como consecuencia de ambos fenómenos las emisiones de CO2 del sector eléctrico europeo caen a un ritmo nunca registrado hasta ahora; el año pasado se redujeron un 12%”, así lo concluye el estudio elaborado.
“El desplome del carbón en 2019 superó todas las expectativas”, señala Dave Jones, analista de Sandbag y uno de los autores del estudio sobre los Veintiocho (todavía incluye al Reino Unido, que dejó la UE el 1 de febrero).
La quema de carbón para generar electricidad en la UE se redujo un 24% en 2019 respecto al ejercicio anterior. Paralelamente, las renovables volvieron a marcar un récord histórico y generaron el 35% de la electricidad consumida en la UE. Y, por primera vez, la electricidad producida por la eólica y solar superó a la que salió de las centrales que queman carbón, publicó el diario.