Conagua enciende las alertas y trabaja en un plan de desfogues controlados para evitar inundaciones como las reportadas en días recientes.
Huracanes aumentan riesgo de desbordamiento
Jesús Heriberto Montes Ortiz, gerente de Aguas Superficiales e Ingeniería de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó que en 13 estados del país se mantienen bajo control 64 presas que se encuentran por encima de su capacidad.
Entre las entidades que reporta el Sistema Nacional de Información del Agua Monitoreo de las Principales Presas de México, se encuentran Aguascalientes (cinco), Chiapas (una), Colima (una), Durango (cinco), Estado de México (cinco), Guanajuato (una), Guerrero (cinco), Hidalgo (cuatro), Jalisco (12), Michoacán (siete), Oaxaca (dos), Querétaro (dos), San Luis Potosí (tres), Sinaloa (una), Veracruz (una) y Zacatecas (nueve).
“Estamos muy pendientes de cada presa, porque el objetivo es prevenir que el agua llegue a la corona y cause un desastre entre la población, pero también depende mucho de las condiciones meteorológicas. En este momento no hay problema, pero todo puede cambiar si llega un huracán.”
Jesús Heriberto Montes Ortiz, Conagua.
Desfogue para evitar catástrofes
Al momento 56 son las presas que se están desfogando de manera controlada, número que varía de acuerdo a las condiciones climatológicas que deriven en fuertes precipitaciones como el paso de un huracán.
En este sentido, alertan a estados y Protección Civil incluso en presas con 80% de su capacidad ya que pueden ser un riesgo de llenarse de un momento a otro.
“Las 210 presas que vigila la Conagua están vigiladas, y tenemos 56 en niveles superiores a 100 por ciento, pero esto no significa que pongan en riesgo a la población, sino que aunque estén en niveles máximos se están haciendo desfogues controlados.”
De las 210 principales presas en observación, hay 40 por debajo de 40 %; y 42 entre 50 y 75 %; 72 entre 75 100 % y 56 están arriba del 100 %. Hasta el momento las que más capacidad de llenado tienen son Juan Sabines en Chiapas; La Calera en Guerrero y Tepustepec en Michoacán; ésta última ha registrado extracciones y ha generado afectaciones en zonas de cultivo en Maravatío.
Salvaguardar a la población
Fabiola Sosa Rodríguez, investigadora de la UAM Azcapotzalco, afirma que la población no puede estar cercana a las presas de manera irregular ya que corre demasiado riesgo en temporada de lluvias, como en el caso de Tula que generó graves inundaciones. Los desfogues tiene que ser previos, no como paliativos cuando la presa está por desbocarse.
“Las autoridades deben trasladar a todas esas poblaciones que están cercanas a las presas a otros lugares para evitar riesgos, no se debe permitir la instalación de viviendas o industrias cerca de presas, ya que corren un gran riesgo por los constantes desfogues que se hacen.“
Para evitar algún incidente, sostiene, debe haber coordinación entre Protección Civil, autoridades locales y federación para dar avisos previos y evitar desgracias.
José Luis Luege Tamargo, exdirector del Sistema de Aguas de la Ciudad de México y consultor en temas hídricos, aseguró que por años la corrupción y negligencia de las autoridades permitieron asentamientos en zonas de riesgo, y ante los fuertes efectos del cambio climático, el llenado de presas son un factor de peligro para su integridad.
Con información de La Razón.