A pesar de la enorme riqueza natural de México, cientos de especies de aves endémicas se han extinguido y muchas continúan en riesgo de desaparecer.
México es uno de los pocos países megadiversos del mundo, un honor que significa tener en nuestro territorio una gran cantidad de especies de flora y fauna (más de 200 mil diferentes), además de ser el hogar del 12% de la riqueza natural a nivel mundial.
Sin embargo, cientos de especies han desaparecido en su totalidad en las últimas décadas y, entre ellas, muchas son aves que no pudieron ser protegidas en sus hábitats y terminaron en peligro crítico de extinción hasta llegar a la muerte de sus últimos especímenes. Esto ha derivado en que organizaciones ambientalistas soliciten programas efectivos para su protección y para la recuperación de poblaciones que hoy en día se encuentran en riesgo de desaparición.
Aquí te dejamos la lamentable historia de tres aves mexicanas que ya nunca más podremos apreciar en persona, pues se extinguieron hace ya varios años.
El zanate del Lerma, miembro de la familia Icteridae que alegraba el río Lerma con su canto, fue declarado en riesgo desde 1910 y formalmente se registró su desaparición del territorio nacional en 1999. De alas largas, cola en forma de abanico y plumaje brillante, estos hermosos ejemplares fueron víctimas de la devastación de sus hábitats y los árboles donde anidaban, al drenar los pantanos del río para convertir las zonas aledañas en áreas urbanas y tierras de cultivo.
Sobrevive actualmente el zanate común o Quiscalus mexicanus, la cual ha sido considerada en los últimos años como una especie invasora en las ciudades, al alimentarse de polluelos de aves endémicas o basura y provocar la propagación de enfermedades.
Las palomas migratorias eran aves muy comunes en América del Norte, pero comenzaron a desaparecer durante los conflictos armados de finales del siglo XIX, pues las personas solían comerlas durante las hambrunas provocadas por las guerras, como, por ejemplo, en la Guerra del Yaqui o en 1899, durante el levantamiento contra Porfirio Díaz.
La última en su especie fue una hembra de nombre Martha, la cual falleció en 1914 en el zoológico de Cincinnati, Estados Unidos.
El Caracara lutosa provenía de la familia Falconidae y tenía largas alas, un cuerpo robusto de color café y crema, cola ancha y una máscara facial muy característica de color naranja. Estas majestuosas aves extintas desaparecieron de México desde el año 1906, cuando comenzó a habitarse la Isla de Guadalupe, con una urbanización que ocasionó la devastación de su hábitat, además de provocar la llegada de gatos y cabras que alteraron el equilibrio ecológico de la isla. A todo ello se sumó la caza desmesurada que los humanos hicieron de esta especie.
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Con información de Amo la Ciencia
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