El Valle de México enfrenta una inminente crisis hídrica. Será el 26 de junio cuando se agoten las reservas del sistema Cutzamala: Conagua
El Valle de México se encuentra en una situación alarmante a medida que se aproxima el “Día Cero”, un escenario en el que la disponibilidad de agua potable para sus millones de habitantes podría alcanzar niveles críticos. Este día, previsto para el 26 de junio de 2024, marca el momento en que se estima que las presas del Sistema Cutzamala, una fuente vital de suministro de agua para la región, lleguen a su nivel mínimo de operación debido a la ausencia prolongada de lluvias y una sequía extrema que ha mermado drásticamente sus reservas.
Contexto crítico del Sistema Cutzamala
A 134 días de este punto crítico, las tres principales presas del sistema—Villa Victoria, El Bosque y Valle de Bravo— registran un alarmante déficit. Con apenas el 38.7% de su capacidad total, el almacenamiento actual se sitúa en 303.13 millones de metros cúbicos, lejos del 75.4% que históricamente deberían tener para estas fechas. Esta situación refleja una disminución significativa en comparación con años anteriores, y la falta de precipitaciones pluviales en la zona solo empeora el panorama.
El “Día Cero”: una amenaza latente
El “Día Cero” no es simplemente una fecha; es una advertencia sobre el futuro de la gestión del agua en el Valle de México, una región que depende enormemente del Sistema Cutzamala. La escasez de lluvias y la intensa sequía en la cuenca del Río Cutzamala, que abarca partes de Michoacán y el Estado de México, han puesto en jaque el abastecimiento de agua para la Ciudad de México y el Estado de México, dos de las áreas más pobladas del país.
Medidas adoptadas y sus efectos
En respuesta a esta crisis, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha reducido el suministro de agua al Valle de México. Aunque esta medida ha extendido la proyección de disponibilidad de agua hasta el 26 de junio, todavía persiste una gran incertidumbre sobre el futuro cercano. La reducción del suministro ha sido una solución temporal a un problema que requiere de estrategias a largo plazo, incluyendo la inversión en infraestructura, la promoción de la eficiencia en el uso del agua y la búsqueda de fuentes alternativas de abastecimiento.
La situación actual del Sistema Cutzamala es un claro recordatorio de la vulnerabilidad de la región ante la variabilidad climática y la necesidad urgente de adoptar medidas integrales para garantizar la seguridad hídrica. La colaboración entre las autoridades, la sociedad y los expertos será fundamental para diseñar e implementar soluciones que no solo aborden la crisis inmediata, sino que también preparen al Valle de México para enfrentar los desafíos del futuro en materia de agua.
Hacia un futuro sostenible
Mientras el “Día Cero” se acerca, es imperativo que todos los sectores de la sociedad reconozcan la gravedad de la situación y trabajen conjuntamente para mitigar los efectos de la crisis hídrica. La adopción de prácticas de conservación de agua, la inversión en tecnologías de reciclaje y desalinización, y el fortalecimiento de políticas de gestión sostenible del agua son pasos cruciales hacia un futuro donde el acceso al agua no sea una crisis, sino un derecho garantizado para todos.