Otro de los dañinos efectos de la pandemia es el nivel de contaminación que se ha causado al generar miles de toneladas de desechos de materiales médicos, como los cubrebocas. Esto pone en peligro al medio ambiente y también afecta la salud de la población.
Tras la llegada de la pandemia de COVID-19, la humanidad generó una enorme cantidad de basura de insumos médicos, mismos que no han sabido gestionarse en muchos países lo cual, afectando de forma grave al medio ambiente. Según cifras de la la Organización Mundial de la Salud (OMS), los sistemas de gestión de desechos están sufriendo dificultades ante las miles de toneladas de desechos médicos que han generado desde marzo de 2020.
De acuerdo con el organismo internacional, desde el inicio de la pandemia y hasta noviembre del año pasado, se utilizaron 87 mil toneladas de equipos de protección personal que fueron desechados después de usarse. Lo mismo sucede con 2,600 toneladas generadas por 140 millones de kits de pruebas, 731 mil litros de desechos químicos y más de 8 mil millones de dosis de vacunas que se han suministrado en el mundo, las cuales generaron 144 mil toneladas de desechos como jeringas y agujas.
“Un cambio significativo en todos los niveles, ya sea a nivel global o en las plantas de los hospitales, en nuestra forma de gestionar el flujo de desechos de la atención de salud, es un requisito básico de los sistemas de atención de salud con un enfoque climático inteligente, a lo que muchos países se comprometieron en la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unida”, advierte María Neira, directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud en la OMS.
Según datos del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México, con la llegada de la pandemia a nuestro país, la basura que se produce aumentó hasta un 17% por ciento y los desechos biológico-infecciosos aumentaron 300%. En este contexto, la senadora Geovanna Bañuelos, coordinadora del grupo parlamentario del Partido del Trabajo (PT) para que las secretarías de Salud así como la de Medio Ambiente y Recursos Naturales diseñen e implementen un programa que mejore el manejo de residuos médicos derivados de la pandemia.
En este sentido, solicita a las autoridades que existan sitios públicos con depósitos especiales para que la población pueda desechar sus cubrebocas, caretas y demás insumos de protección y que no queden tirados en la vía pública. “Los residuos médicos como mascarillas, guantes, medicamentos usados o vencidos, y otros artículos contaminados pueden mezclarse fácilmente con la basura doméstica, pero deben tratarse como desechos peligrosos y eliminarse por separado”, señala la legisladora.
Con información de Reporte Índigo
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