En un esfuerzo por hacer frente a la severa crisis hídrica que azota al Valle de México, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en colaboración con diversas entidades y organizaciones civiles, han delineado un ambicioso plan de acción para revitalizar el suministro de agua potable en la región.
Reunidos en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, más de 20 especialistas destacaron la urgente necesidad de implementar medidas como la recarga artificial de acuíferos, la regulación efectiva de estos recursos, la eliminación de extracciones ilegales, y una gestión mejorada de las cuencas. A ello se suma la propuesta de aumentar el tratamiento de aguas residuales para su reutilización en la agricultura, una iniciativa clave para preservar el precioso líquido.
Se estima que para poner en marcha estas soluciones se requiere una inversión adicional de 97 mil millones de pesos sobre el presupuesto federal actual, es decir, 17 por ciento de los 560 mil millones de pesos que costó el Tren Maya. Lo anterior con el fin de desarrollar una estrategia integral para la Seguridad Hídrica en el Valle de México. Esta inversión es crítica dado que aproximadamente el 40% del agua potable se desperdicia a través de fugas en la infraestructura actual.
La crisis se ve exacerbada por la capacidad menguante de las principales presas del país, muchas de las cuales operan por debajo del 10% de su capacidad. Este panorama se complica aún más con el Sistema Cutzamala, diseñado para un periodo de 20 años y que ahora, tras 40 años de operación, se encuentra en un estado crítico de almacenamiento, funcionando por debajo del 38% de su capacidad.
La situación demanda una revisión constante de los niveles de los acuíferos en la Ciudad de México, donde la tasa de extracción actual supera ampliamente la capacidad natural de regeneración. Además, los especialistas subrayaron la importancia de preservar y restaurar las zonas de recarga existentes, así como de reforestar y revegetar áreas clave para fomentar el ciclo hidrológico y recuperar ríos y humedales.
La crisis de agua potable, que ha llevado al gobierno de la Ciudad de México a implementar medidas de racionamiento desde enero de 2024, también pone de relieve las persistentes desigualdades en el acceso al agua, con muchas zonas rurales y periurbanas sufriendo un suministro inadecuado y discontinuo.
Los expertos enfatizaron la necesidad de un liderazgo decisivo para avanzar este plan, el cual busca no solo soluciones inmediatas a la crisis hídrica, sino también una gestión sostenible de los recursos hídricos que integre el desarrollo de capacidades, economía circular y resiliencia.
A medida que el país enfrenta esta encrucijada hídrica, la colaboración entre la UNAM, organismos gubernamentales y la sociedad civil es fundamental para garantizar un futuro donde el agua, recurso esencial de la vida, esté disponible de manera equitativa y sostenible para todos.
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