Temperaturas de hasta 50 grados centígrados y las presas con menos del 50% de su capacidad compromete el ganado y cultivos.
Afectaciones en el 100% del territorio
Los 38 municipios de Coahuila viven un estado de emergencia a causa de la falta de lluvias y el calor extremo que ha llegado hasta los 50 grados centígrados, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En la entidad desde hace 30 años no ha habido lluvias efectivas, es decir, que se infiltren en el suelo para abonar a los cultivos y la crianza de ganado, la cual en su totalidad consta de 80 mil cabezas de exportación.
Además de la falta de lluvias, se vive desabasto de agua potable, así como una disminución en los niveles de los mantos acuíferos y, por consiguiente, baja percepción en las presas. Los incendios forestales son de gran magnitud y se tienen pérdidas de las cosechas de temporal.
Dentro del informe de la Conagua se tienen siete municipios en categoría de sequía moderada, 18 en severa, 12 en extrema y una en excepcional.
Recorren kilómetros para encontrar alimento
José Luis Flores Méndez, secretario de Desarrollo Rural estatal, afirmó que están en riesgo 80 mil cabezas de ganado de exportación, la producción prevista para este año, debido a que no ha habido recuperación en los agostaderos, por lo cual los animales no llegarán a tener las condiciones y la calidad para el extranjero.
“No hemos tenido lluvia generalizada, hay ‘moteada’ como le llaman, en ciertos puntos específicos, pero es muy poca. […] La gente que administra el rancho debe ir midiendo el porcentaje con pasto y no se puede mantener un nivel óptimo. Por la falta de vegetación, los animales no alcanzarán el peso necesario, será ganado delgado, y en consecuencia, no se podrá matar a tiempo para su exportación”.
José Luis Flores Méndez, secretario de Desarrollo Rural estatal.
Para Antonio Morales, ejidatario, a estas alturas lo importante es que el ganado sobreviva, aunque no dé leche y otros derivados. Si antes se pastoreaba en la cordillera de la Sierra Madre oriental, la sequía los ha obligado a buscar en otros territorios.
“La situación está muy crítica, todo el año ha estado así, ya nada más tengo 14 chivas y dos vacas, se me murieron de hambre dos vacas en el monte, no hay qué coman ni qué tomen, todo está muy seco. […] Así como están no te dan nada; se necesita que tengan buen peso para que den leche, pero no hay alimento, flacas no te dan nada. Con que no se mueran se conforma uno, y pues así andamos caminando a ver que encuentran porque en la sierra no hay nada”.
Don Hilario González relata que se traslada del ejido Providencia al sur de Saltillo sobre la carretera para cortar lo que encuentre de pasto y llevarlo a sus animales, principalmente porque en el agostadero no hay comida y las pacas de alimento rebasan su presupuesto. Tarea que le toma recorrer varios kilómetros.
“El campo está desolado. […] Si ves, en toda la orilla de la carretera crece pasto; lo cortamos y se lo damos como alimento a las vacas o caballos porque no hay nada en el rancho. Ha estado muy dura la sequía y los animales se están muriendo”.
Campesinos y ganaderos esperan un milagro, que llueva y se recuperen tanto los mantos acuíferos como los agostaderos. Esperan que, si no hay ganancias, tampoco haya pérdidas.
Las presas están secas
Las presas del estado se encuentran por debajo de 50 % de su capacidad ya que no han captado aguas de lluvia. La Conagua reporta que la presa La Amistad está a 26 % de su capacidad; La Fragua, 24 %, y la Venustiano Carranza, a 15%.
Mientras que las de mayor almacenamiento son la presa San Miguel, que está en 45 %, y La Centenario, a 43 %; mismas que también muestran déficit. Incluso se reportan bajos niveles en el río Bravo debido al fuerte estiaje y a que las compuertas de la presa La Amistad se mantienen cerradas por su pobre nivel de líquido, por lo que, en algunas zonas de Acuña y Piedras Negras, el nivel del río apenas y cubre los pies de las personas.
También atienden la crisis hídrica de NL
La crisis hídrica que sufre el estado de Nuevo León también perjudica a Coahuila porque habitantes de aquella entidad han acudido a ciudades como Ramos Arizpe y Saltillo para abastecerse de agua, principalmente embotellada.
Comerciantes reportan que ahora han tenido clientes provenientes de Monterrey, Santa Catarina y García, municipios más cercanos a la capital coahuilense.
Purificadoras en Saltillo han tenido que destinar un porcentaje de su producción para clientes de Nuevo León, por la alta demanda que se registra en el último mes. De hecho, el presidente municipal, José María Fraustro Siller, informó que personal del ayuntamiento de Santa Catarina les contactó para ver cómo se les puede ayudar para afrontar el problema de la escasez de agua potable.
Ante la situación, el edil dijo que a la fecha no hay reportes de desabasto del producto. “Hay suficiente, lo hemos platicado también con las cadenas de tiendas de autoservicio, y no tenemos información de que vaya a escasear”.
Con información de La Jornada.