La sobreexplotación y agotamiento de los acuíferos del Valle de México ha afectado directamente el abastecimiento de agua en CDMX, pues es una gran fuente de este recurso para la capital y la zona conurbada, incluso mayor que el Sistema Cutzamala.
Acuíferos del Valle de México han sido sobreexplotados
José Luis Luege Tamargo, exdirector de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) advirtió que, además de la preocupación por los bajos niveles de agua en el Sistema Cutzamala, también es alarmante la sobreexplotación de los acuíferos del Valle de México, la cual afecta directamente el abastecimiento de agua en CDMX y ha sido provocada por la mancha urbana y la tala inmoderada de árboles. En este sentido, Luege señala que la verdadera alerta por la escasez de agua debería estar enfocada en este problema, e incluso convertirse en una “hiperalarma” para las autoridades.
“[El Sistema Cutzamala] no es ni con mucho la principal fuente de abastecimiento. Representa para la Zona Metropolitana del Valle de México el equivalente a 470 millones de metros cúbicos al año, nada más que consumimos 2,500 millones de metros cúbicos, y la diferencia corresponde a los tres principales acuíferos, que están en un nivel crítico de sobreexplotación”, puntualizó Luege Tamargo.
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¿Cuáles son las principales fuentes hídricas que proporcionan agua al Valle de México?
Como explica el exdirector de Conagua, el 70% el agua potable que se recibe en CDMX y la zona metropolitana proviene de las aguas subterráneas de los tres acuíferos que abastecen a la capital, principalmente el Acuífero de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, frente al 30% del Sistema Cutzamala solamente 30%. Sin embargo, tanto los acuíferos como el Cutzamala están amenazados por la tala clandestina de los bosques y la urbanización de las zonas de recarga: “estamos hablando de la parte baja del Chichinautzin, la parte del Ajusco medio, toda la parte de Los Dinamos, el Desierto de los Leones y la Sierra de Hidalgo”.
Frente a ello, se requiere que las autoridades trabajen para recuperar las áreas de recarga, promover acciones para la restauración de los bosques, además de buscar fuentes alternas de abastecimiento, lo cual, según señala Luege Tamargo, “lleva mucho tiempo y muchísimo dinero, quizá se tenga los recursos, pero lo que no vamos a tener es tiempo, porque cualquier proyecto se lleva varios años, tan solo en sus estudios”.
“Los asentamientos irregulares se han tolerado, se han permitido los primeros asentamientos precarios, que están en torno a canales de abastecimiento de agua en todo el sistema y que representan un problema doble: por un lado que están tomando ilegalmente el agua de los canales, porque esa agua está comprometida para el Cutzamala y por otro lado tienes tala ilegal, deforestación, pérdida de bosques y ahora tienes asentamientos que se están incrementando”, explicó.
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Con información de 24 Horas
