En el estado de Tamaulipas, la situación hídrica se ha tornado alarmante: según fuentes oficiales, el 60.46% del territorio enfrenta una sequía extrema en mayo de 2024. Además, de los 43 municipios que conforman el estado, cuatro municipios ya se encuentran en una fase de aridez excepcional. Este fenómeno afecta directamente la calidad de vida de sus 3.5 millones de habitantes, repercutiendo en diversos aspectos económicos, ambientales y sociales.
26 municipios en sequía extrema
El Monitor de Sequía de México (MSM) categoriza la sequía en cinco niveles: anormalmente seco (D0), sequía moderada (D1), sequía severa (D2), sequía extrema (D3) y sequía excepcional (D4). Cada nivel implica una mayor gravedad y riesgos crecientes. En Tamaulipas, la distribución de estos niveles revela la magnitud de la crisis:
- D0 (Anormalmente Seco): Ocho municipios, incluyendo Matamoros y Reynosa, suman 1.504.130 habitantes.
- D1 (Sequía Moderada): Nuevo Laredo, con 425.058 habitantes.
- D2 (Sequía Severa): Bustamante, Miquihuana y Palmillas, con un total de 13.163 habitantes.
- D3 (Sequía Extrema): 26 municipios, como Ciudad Victoria y Tampico, afectando a más de 2.000.000 de personas.
Entre los municipios más afectados por la sequía extrema (D3) se encuentran:
- Ciudad Victoria: 349.688 habitantes
- Tampico: 297.562 habitantes
- Altamira: 269.790 habitantes
- San Fernando: 51.405 habitantes
El impacto no se limita a las grandes urbes. Pequeñas localidades como San Nicolás (926 habitantes) y Cruillas (1.671 habitantes) también sufren graves consecuencias, poniendo en riesgo su supervivencia.
Impactos económicos y medioambientales
El estado de Tamaulipas se encuentra en una situación crítica debido a una sequía extrema. Dentro de esta problemática, cuatro municipios enfrentan una sequía excepcional (D4), el nivel más severo en la escala del MSM. Las localidades de Antiguo Morelos, González, El Mante y Nuevo Morelos, con una población combinada de aproximadamente 160,000 habitantes, están viviendo las peores consecuencias de esta crisis hídrica.
La sequía excepcional en estos municipios ha llevado a un aumento en la demanda de energía, debido a la necesidad de mantener operativos los sistemas de bombeo y distribución de agua. Además, se ha registrado un decremento en la actividad industrial, ya que la escasez de agua afecta directamente la producción y los procesos industriales. La calidad del aire y del agua también se ha deteriorado, agravando los problemas de salud pública y medioambientales.
Además de los municipios en sequía excepcional, un 6.97% del territorio tamaulipeco enfrenta una sequía severa (D2) y un 2.32% una sequía moderada (D1). Un 20.93% del suelo se encuentra anormalmente seco, lo que incrementa los riesgos de degradación del paisaje y pérdida de biodiversidad.
Se disparan pobreza y desempleo
La Secretaría de Recursos Hídricos para el Desarrollo Rural del sur de Tamaulipas ha señalado que el bajo volumen del sistema lagunario ha causado una reducción significativa en el suministro de agua potable. En varias zonas, el servicio de agua ha tenido que ser restringido e incluso interrumpido en diferentes horarios para evitar el agotamiento total de las reservas.
La actual crisis de sequía en Tamaulipas tiene profundas implicaciones en la calidad de vida de sus habitantes. La escasez de agua ha llevado a un incremento de la pobreza y el desempleo, así como a una disminución de los ingresos y la liquidez económica. Además, la degradación del paisaje y la pérdida de la fauna local están alterando gravemente el equilibrio ecológico de la región.
La sequía extrema en Tamaulipas está teniendo efectos devastadores sobre la producción agrícola, pecuaria, forestal y pesquera. La pérdida de ingresos para productores y comerciantes es significativa, exacerbada por la erosión del suelo y la escasez de alimentos de calidad.
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Con información de El Sol de Tampico y Milenio.