El 74% de los adultos mayores no cuentan con un vehículo propio para transportarse y enfrentan a dificultades para trasladarse en el transporte público de la ciudad, principalmente en camiones y combis.
“Manejan muy rápido”
La investigación de Jessica Villena Sánchez, geógrafa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), revela que más del 70% de los adultos mayores que viven en la capital del país no tienen un automóvil propio, por lo que deben utilizar el de algún familiar o acceder algún servicio de transporte público o privado para trasladarse. Solamente el 26% de los adultos mayores cuentan con un vehículo propio.
“Los adultos mayores que viven en zonas periféricas tienen poca accesibilidad al transporte público estructurado, como el metro, metrobús, trolebús, camiones RTP o al Circuito Bicentenario, por lo que tienen que viajar en pesero o combi”, informó Villena, con base en su tesis de doctorado Movilidad diaria de adultos mayores en la CDMX con una perspectiva de métodos mixtos.
Las principales dificultades
De acuerdo con la información de la tesis de Villena, los adultos mayores manifestaron opiniones negativas sobre los conductores del transporte público, sobre quienes consideran que “manejan muy rápido” y que, por lo tanto, “no les dan su tiempo para bajar o subir porque deben ganarse el pasaje entre ellos”. La falta de paciencia y empatía por parte de los conductores es una de las principales dificultados de los adultos mayores que utilizan el transporte público de la Ciudad de México.
En contraste con el servicio proporcionado por combis, peseros o taxis, las personas de la tercera edad tienen una mejor opinión sobre los servicios que brindan transportes como el trolebús, el metro y el metrobús, los cuales tienen paradas específicas que les facilitan su ingreso y descenso. Además, incrementa la opinión positiva sobre el transporte público en quienes no dependen de su uso para realizar sus actividades diarias, sino que solamente lo utilizan para salidas esporádicas y en horarios sin aglomeración.
“A principios de la década de 1970 les tocó utilizar un Metro nuevo y limpio, y el trolebús siempre ha sido un símbolo emblemático de la época dorada de la ciudad porque es barato, sus conductores son tranquilos y porque tiene paradas específicas”, explicó la experta a El Financiero.
Hay que escuchar más a los mayores
De acuerdo con Jessica Villena, la Ciudad de México, para mejorar el servicio de transporte público para los adultos mayores, es fundamental que estos servicio les permitan sentirse seguros y cómodos al momento de utilizarlos. Para lograr este objetivo, es necesario escuchar y atender las necesidades específicas de este grupo de población.
“México tiene mucho que aportar porque hay infraestructura, solo hace falta escuchar a más a los adultos mayores, tener en cuenta sus necesidades, ser paciente con ellos, y cuidarlos”, señaló.
Con información de El Financiero