Subirse a una bicicleta y recorrer las calles de la Ciudad de México es fácil; sin embargo, son pocos los ciclistas que conocen el reglamento de tránsito, el cuál involucra sus derechos y obligaciones al circular por la vialidad. Por ello, aquí te damos algunos detalles de lo que es lo que sí pueden y lo que no al transitar por las calles.
A pesar de lo que se podría pensar, los vehículos privados no son la principal prioridad en el uso del espacio urbano. En primer lugar, se encuentran los peatones, seguidos de los ciclistas y motociclistas, luego el transporte público y el transporte de carga, y por último, los automóviles particulares.
La cantidad de vehículos privados que circulan por las calles es considerable, lo que podría llevar a suponer que deberían recibir un trato preferencial, pero no es así. En la Ciudad de México, por ejemplo, circulan cerca de 6 millones de autos particulares al día.
Los ciclistas deben utilizar luces delanteras y traseras durante la noche o en condiciones de poca visibilidad, así como reflejantes en sus bicicletas para hacerse visibles a los demás usuarios de la vía.
Así es, el reglamento de tránsito de la ciudad establece que los ciclistas pueden rebasar los altos, pero bajo ciertas reglas y condiciones.
Deben reducir la velocidad de manera adecuada, asegurarse de que no haya vehículos ni peatones aproximándose y proceder con precaución.
Además de las condiciones previamente mencionadas, los ciclistas pueden rebasar los altos únicamente cuando el tránsito se encuentre detenido y deseen colocarse en el área de espera detrás de la cebra peatonal o en un lugar visible para reiniciar su marcha.
Es importante que los ciclistas sigan las normas de tránsito y tomen las precauciones necesarias para garantizar la seguridad de todos los usuarios viales.
En ningún caso los ciclistas tienen permitido circular por las aceras, ya que estas áreas están destinadas exclusivamente para uso de los peatones.
Sin embargo, en los carriles de transporte, los ciclistas pueden circular siempre y cuando no exista una prohibición expresa, como ocurre en los carriles del metrobús u otras vías específicas donde está restringido su acceso.
Sí, las ciclopistas de la Ciudad de México son exclusivas para el uso de ciclistas. Estas vías están diseñadas y señalizadas específicamente para brindar un espacio seguro y dedicado a los ciclistas, fomentando la movilidad activa y promoviendo el uso de la bicicleta como medio de transporte.
Las ciclopistas suelen estar separadas físicamente de los carriles vehiculares y peatonales, ofreciendo un espacio exclusivo para que los ciclistas transiten de manera segura y sin interferir con otros usuarios de la vía.
Es importante que los demás usuarios respeten la exclusividad de estas vías y eviten transitar por ellas, a menos que sea permitido en situaciones específicas y debidamente señalizadas. En ellas no podrán circular autos, motos, triciclos, entre otros.
En la Ciudad de México, de acuerdo con el Reglamento de Tránsito, los ciclistas tienen la obligación de circular por la extrema derecha de la vía, siempre y cuando no exista una ciclovía o carril exclusivo para bicicletas. En ausencia de una infraestructura específica para ciclistas, se espera que los ciclistas utilicen el carril más cercano a la derecha y se mantengan lo más cerca posible del borde de la calzada o acera, en caso de que no haya acotamiento.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la circulación de bicicletas en la vía pública puede variar en diferentes situaciones y contextos. En algunos casos, es posible que existan excepciones o condiciones específicas que permitan a los ciclistas utilizar otros carriles de la vía, especialmente en carreteras o avenidas con mayor flujo de tráfico.
Pese a ello, los ciclistas pueden ocupar el carril completo si así se sientes más seguros.
Cuando los conductores deseen rebasar a un ciclista, deben dejar una distancia mínima de 1.5 metros. Al girar a la derecha, los ciclistas y peatones tienen prioridad de paso, ya que la regla anterior de realizar giros continuos a la derecha ya no es aplicable en la Ciudad de México. En los cruces sin semáforos, los peatones, ciclistas y vehículos no motorizados tienen la prioridad de paso. Los vehículos a motor deben detenerse por completo y permitir el paso a estos usuarios de la vía.
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Con información de El Gráfico.
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