Mil muertes anuales en la CDMX por accidentes de tránsito

Cada año, mil vidas se pierden en las calles de la Ciudad de México debido a accidentes de tránsito, una cifra alarmante que ha puesto en alerta a diversas organizaciones de la sociedad civil. Estas agrupaciones están exigiendo al Congreso de la Ciudad de México y a la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) que aceleren la armonización de la Ley de Movilidad de la CDMX con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial. Este proceso ha estado estancado por 18 meses, durante los cuales se han seguido sumando víctimas a esta estadística trágica.

La gravedad de la inacción

La demora en actualizar y sincronizar la legislación local con las normas generales no es solo un problema burocrático; es una crisis de salud pública que se manifiesta en las calles de nuestra metrópoli. Areli Carreón, de Bicitekas A.C., enfatiza que la falta de armonización legal es directamente responsable de muchas de las muertes y lesiones graves que se podrían prevenir.

Las organizaciones han participado activamente en foros y proporcionado propuestas técnicas, intentando apoyar a la Comisión de Movilidad para que el proceso legislativo culmine satisfactoriamente y refleje las necesidades reales de los habitantes de la ciudad.

Voz y acción de la comunidad

Blanca Rodríguez de México Previene A.C. y Claudia Moreno de Salud Justa Mx, han expresado su preocupación y urgencia por una legislación efectiva y actualizada. Indican que la falta de progreso en la armonización de las leyes no solo afecta a quienes sufren accidentes, sino que perpetúa una cultura de irresponsabilidad y falta de cumplimiento entre los conductores.

Por otro lado, destacan la importancia de que la nueva legislación incluya medidas como formación obligatoria para conductores y uso de tecnología avanzada para asegurar el cumplimiento de las normas de tránsito.

Propuestas para una movilidad segura

Las propuestas de las organizaciones civiles incluyen la profesionalización de la educación vial, requisitos más estrictos para la obtención de licencias de conducir, y la implementación de tecnologías que mejoren la seguridad vehicular. Stephan Brodziak subraya la necesidad de vehículos más seguros y de políticas que prioricen la vida y la integridad de todos los usuarios de la vía pública. Estas medidas, combinadas con una legislación actualizada y efectiva, son clave para reducir significativamente el número de accidentes y muertes.

Una cuestión de vida o muerte

En un llamamiento urgente al Congreso de la Ciudad de México, Claudia Moreno de Salud Justa Mx destaca una estadística alarmante: cada año, 24,000 personas pierden la vida en México debido a accidentes automovilísticos relacionados con el alcohol. Esta cifra sitúa a México en el séptimo lugar mundial en muertes por esta causa, un rango que evidencia una crisis de seguridad vial que requiere atención inmediata.

Moreno ha instado al Congreso de la Ciudad de México a utilizar las seis sesiones legislativas restantes, descontando las interrupciones por las elecciones presidenciales, para votar y aprobar un proyecto de dictamen que reforme la Ley de Movilidad de la CDMX. “Es fundamental que prevalezcan los derechos a la movilidad y la salud sobre cualquier otro interés,” declaró Moreno, enfatizando la necesidad de acción inmediata para no comprometer más la seguridad de los capitalinos.

Desde el ámbito de la educación vial, Emmanuel Barrera de AUTOMEX aportó otra cifra preocupante: solo el 10% de los mexicanos asiste a autoescuelas, lo que refleja una carencia significativa en la formación vial formal. Barrera subrayó que la obtención de una licencia de conducir en la CDMX no requiere más que el pago de derechos, identificación y comprobante de domicilio, sin evaluar adecuadamente las capacidades de conducción del solicitante. Propuso que la nueva ley de movilidad debe incluir un examen obligatorio y formación profesional para los conductores, con el fin de elevar la seguridad en las vías.

Por su parte, Stephan Brodziak señaló la necesidad de adoptar medidas que aborden directamente el diseño de los vehículos y su impacto en la seguridad. Hizo hincapié en la implementación de normas como el uso obligatorio de Sistemas de Retención Infantil (SRI) y el etiquetado de seguridad vehicular, medidas que pueden reducir significativamente los riesgos en caso de accidente.

La Ciudad de México está en la lista de las 15 entidades federativas que aún no han alineado sus leyes locales con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, incumpliendo así un mandato federal crucial. El estancamiento legislativo no solo desobedece la ley, sino que pone en riesgo constante a millones de personas en la capital.

La situación requiere una acción legislativa decisiva y rápida. Con vidas en juego cada día, el Congreso de la CDMX tiene el deber ineludible de priorizar la reforma de la Ley de Movilidad y tomar medidas concretas que garanticen la seguridad y el bienestar de todos los habitantes de la ciudad.

Medidas preventivas para la ciudadanía

Es fundamental que cada ciudadano comprenda su papel en la prevención de accidentes de tránsito. Respetar las señales de tráfico, no conducir bajo el efecto del alcohol, y utilizar adecuadamente los sistemas de retención infantil son prácticas básicas que pueden salvar vidas.

Además, la participación activa en la promoción de reformas legislativas y en la educación vial puede contribuir enormemente a crear un entorno más seguro para todos. Cada acción cuenta y la responsabilidad de cambiar esta dura realidad es compartida: legisladores, autoridades, conductores y peatones, todos tenemos un papel que desempeñar en la construcción de calles más seguras para nuestra ciudad.