María Larriva, especialista en temas aeronáuticos, indicó que el rediseño ha provocado un desorden y genera más costos.
Focos rojos en todo el rediseño
María Larriva Sahd, especialista en temas aeronáuticos e investigadora de incidentes y accidentes aéreos, señala que la saturación en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se trata propiamente de un desorden generado por el rediseño del espacio aéreo.
Para la investigadora existen focos rojos en todo el rediseño, así como en las disposiciones de administración del aeropuerto. El resultado es un trazo “ineficiente, inseguro, malo y costoso”.
“Las aerolíneas ya reconocieron ciertas cosas que están ocurriendo. De un día para otro tienen rutas más largas, consumen más combustible, tienen demoras en el origen de vuelo y en el destino, y aparte hay una desorganización total en tierra en el aeropuerto”.
Larriva recordó que a inicio del sexenio se llevó a cabo una mesa de consulta en la que todos los especialistas coincidieron en que la sede propuesta por el Ejecutivo no era óptima para la operación de un aeropuerto civil. La única persona que se opuso al veredicto fue Víctor Hernández Sandoval, quien acudió con AMLO para prometer un espacio aéreo funcional.
De esta forma consiguió el puesto en Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam). Hernández se consolidó con el gobierno federal a través del anuncio de un rediseño en el que se migraría de una navegación convencional (equipos instalados en tierra que emiten una señal) a una navegación satelital para cumplir con el compromiso de modernidad.
Abrir espacio al AIFA
No obstante, el objetivo principal, dice la especialista, era abrir espacio aéreo para el AIFA.
“Pero ese señor sabe, y todos sabemos, que no hay manera de acomodar los dos aeropuertos de forma simultánea”.
María Larriva Sahd
El rediseño alejó a las aeronaves al oeste, “prácticamente embarradas a la orografía, muy bajo, con maniobras que comprometen a la aeronave con el terreno”, cuando por 40 años la secuencia al AICM se ha hecho en el norte.
[Al momento que] “Los aviones llegaban sobre la ciudad, ya venían acomodados, desacelerados y con la separación, pero es solo una línea de aviones, porque es solo una pista, ¿para qué quiero dos líneas de aviones si es solo una pista?, eso no tiene ninguna lógica”.
La situación pone nerviosos a los controladores, explica, debido a que no hay espacio y observan que los aviones tienen menos de la separación reglamentaria, las consecuencias son muchas aproximaciones fallidas además de la convergencia de frente entre aeronaves sobre las partes más pobladas de la CDMX.
La investigadora detalló que, con la llegada de Carlos Alfonso Morán Moguel a la dirección del AICM hubo una liberación de horarios lo que repercutió negativamente en las disposiciones de administración y ahora se tiene mucho más tráfico del que se puede manejar.
“México tenía un sistema perfectamente diseñado de asignación de horarios, y todo mundo tenía que cumplir con esos itinerarios para poder permanecer en este aeropuerto, que es tendiente a la saturación”.
Otros 4 aeropuertos también están siendo afectados
El rediseño no solo impacta al AICM. Entre los aeropuertos afectados se encuentran el de Pachuca, Loreto, Monclova, San José del Cabo y Tuxtla Gutiérrez, los cuales necesitan sustituir equipos con más de 15 años de operación.
Así lo reportan una serie de oficios de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) fechados en 2020 y remitidos a la Subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda. En ellos se justifica la necesidad de sustituir los sistemas de radioayudas a la navegación.
Solo de esta manera, se afirma, se podrán mantener las operaciones de aproximación, despegue y en ruta de las aeronaves con altos estándares de seguridad, como lo establece la normatividad nacional e internacional.
El costo total del proyecto se calculó en 475 millones de pesos, incluyendo gastos de operación y mantenimiento por un periodo de 15 años. No obstante, se reporta que no se ha llevado a cabo por “la falta de recursos y a los tiempos para llevar a cabo el proceso de adjudicación”.
“Debido a que en el PEF [Presupuesto de Egresos de la Federación] únicamente fueron asignados recursos para el proyecto denominado Reestructuración de Espacios Aéreos, además derivado de las disposiciones para la reducción del presupuesto a 75% y a las medidas de austeridad, se tiene una nula probabilidad de obtener recursos para la adquisición en este año, razón por la que se propone recalendarizar al ejercicio 2021”.
Por lo cual sigue pendiente la adquisición de Sistemas de Radiofaro Omnidireccional de Muy Alta Frecuencia y Equipo Medidor de Distancia (VOR-DME) y de Sistema de Aterrizaje por Instrumentos (ILS) y equipo medidor de distancia (IDME) para ILS.
Lo mismo sucedió con el proyecto de modernización del sistema de procesamiento de datos radar y plan de vuelo Topsky Monterrey, que requería 244 millones de pesos. Mismo que se había autorizado el 25 de septiembre de 2019.
“No se ha podido realizar la adquisición por dos razones: falta de asignación de recursos en 2019 y 2020 y tiempo insuficiente para llevar a cabo el proceso de adjudicación en 2019 considerando las fechas de cierre presupuestal”.
Con información de El Universal, López-Dóriga Digital.