El desafío de proteger a los periodistas

Protección a periodistas

En México, el ejercicio del periodismo se ha convertido en una actividad de alto riesgo. Los periodistas y comunicadores enfrentan constantemente amenazas, intimidación, agresiones e incluso asesinatos debido a su labor informativa. La protección a periodistas en el país se ha convertido en un desafío apremiante que pone en peligro la libertad de expresión y la democracia misma.

Nuestro país se ha convertido en uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. Durante la última década, cientos de periodistas han sido víctimas de agresiones y asesinados, según datos de organizaciones de derechos humanos. Estos crímenes suelen quedar impunes, lo que genera un clima de impunidad que perpetúa la violencia contra los comunicadores.

Las autoridades mexicanas tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad y la protección de los periodistas. Es necesario que se tomen medidas efectivas para prevenir, investigar y sancionar los ataques contra los comunicadores. Esto implica fortalecer los mecanismos de protección existentes, mejorar la capacitación de las fuerzas de seguridad en materia de libertad de expresión y establecer una colaboración estrecha entre las autoridades y las organizaciones de derechos humanos.

La protección a periodistas en México también requiere de la cooperación internacional. Los organismos internacionales de derechos humanos y los gobiernos extranjeros deben mantener una vigilancia constante sobre la situación en el país y ofrecer apoyo técnico y político para fortalecer las políticas de protección a periodistas. Además, es fundamental que se denuncie internacionalmente la impunidad y se ejerza presión sobre el gobierno mexicano para que cumpla con sus obligaciones en materia de derechos humanos.

El papel de la sociedad civil y los medios de comunicación

La sociedad civil y los medios de comunicación también desempeñan un papel crucial en la protección a periodistas. La solidaridad y el apoyo hacia los comunicadores agredidos son fundamentales para romper el silencio y exigir justicia. Asimismo, los medios deben promover un periodismo responsable y ético, que investigue y revele la verdad sin temor a represalias.

El 7 de junio es una fecha significativa para México, ya que se conmemora el Día de la Libertad de Expresión en el país. En esta ocasión, sin embargo, no podemos pasar por alto la problemática que enfrenta la profesión periodística en México, especialmente en el contexto del actual gobierno federal y la creciente preocupación por la seguridad y la integridad de los periodistas.

Uno de los mayores obstáculos en la protección a periodistas en México es la impunidad. Los responsables de los ataques rara vez son identificados, investigados y llevados ante la justicia. Esto crea un ciclo de violencia en el que los agresores se sienten libres de actuar sin temor a las consecuencias legales. La falta de justicia y la impunidad contribuyen a que los periodistas vivan en un constante estado de vulnerabilidad.

La violencia contra los periodistas no solo afecta a los comunicadores individuales, sino que también tiene un impacto en la sociedad en su conjunto. La amenaza constante y el miedo a represalias llevan a la autocensura, limitando la capacidad de los periodistas para informar y revelar información de interés público. Esto debilita la democracia al restringir el flujo de información y limitar la rendición de cuentas de los poderes públicos.

Un sombrío panorama para la libertad de expresión

En los últimos años, México ha sido testigo de una serie de atentados y asesinatos contra periodistas que han conmocionado tanto al país como a la comunidad internacional. En lo que va de la administración del presidente López Obrador se ha registrado un alarmante número de periodistas asesinados, convirtiendo a México en uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Estos crímenes han dejado una profunda huella en la libertad de expresión, generando temor y autocensura entre los comunicadores.

El Gobierno mexicano a través de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación reportó un total de 260 periodistas asesinados en los últimos tres sexenios, con 63 de ellos en lo que va de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, que comenzó el primero de diciembre de 2018.

El subsecretario Alejandro Encinas, contabilizó 13 asesinatos de comunicadores en 2022, aunque la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) registra 19.

Christian Mihr, director Ejecutivo de Reporteros Sin Fronteras (RSF), explicó que en México existen programas de protección que no funcionan ya que no cuentan con recursos necesarios; además, de que los periodistas que están dentro de la protección son asesinados.

En México, apuntó, se ubican 20% de los asesinatos de periodistas, por año, en todo el mundo, por lo que se deberían fortalecerse los programas de protección. Agregó que, según la Unesco, entre 95 y 99% de los homicidios contra periodistas quedan impunes.

Con el cambio de gobierno y la llegada de una nueva administración, se generaron esperanzas de un mejor ambiente para la libertad de expresión en México. Sin embargo, hasta ahora, los resultados han sido mixtos. Aunque se han implementado algunas medidas para proteger a los periodistas y se han establecido mecanismos de prevención de agresiones, los desafíos persisten y la violencia contra los comunicadores no se ha detenido por completo.

En defensa de la libertad de expresión

Los medios de comunicación también tienen un papel fundamental en la defensa de la libertad de expresión. Es necesario fomentar un periodismo ético, responsable y comprometido con la verdad, que brinde información verificada y objetiva a la sociedad. Además, la sociedad en su conjunto debe ser consciente de la importancia de la libertad de expresión y apoyar a los periodistas en su labor, rechazando cualquier forma de violencia o censura.

En el Día de la Libertad de Expresión, es fundamental reflexionar sobre los desafíos que enfrenta México en materia de protección a los periodistas y libertad de expresión.

Es fundamental que las autoridades, la sociedad civil, los medios de comunicación y la comunidad internacional trabajen en conjunto para garantizar la seguridad y la protección de los periodistas, promoviendo un entorno seguro y propicio para el ejercicio del periodismo y el libre flujo de información en beneficio de toda la sociedad mexicana. La protección a periodistas es una tarea urgente y una responsabilidad compartida que no puede ser ignorada.

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