En las próximas elecciones presidenciales 2024, la Ciudadanía debe retomar su papel en el proceso electoral y, con su voto mayoritario, garantizar que el resultado sea abrumador e indisputable, aseveró Luis Rubio, presidente de México Evalúa-CIDAC, en su artículo de opinión en el diario Reforma.
Ciudadanía debe garantizar un proceso limpio
Precisó que el deber de los ciudadanos en la próxima contienda federal es garantizar un proceso limpio, competitivo y pacífico.
“La ciudadanía tiene que asumir ese papel para garantizar que el proceso sea limpio competitivo y pacífico y que el resultado, esté respetado por todos los participantes. Este es el momento de la ciudadanía, con su voto mayoritario, de garantizar que el resultado sea abrumador e indisputable”, indicó.
A 14 meses para las próximas elecciones presidenciales, señaló Luis Rubio, es tiempo para que la sociedad mexicana “se exprese en todas sus formas. Circunstancia de una sociedad plural que no acepta la imposición de etiquetas o cartabones falaces y descalificadores. Tiempo para que la ciudadanía asuma su papel y responsabilidad como corresponde a una sociedad libre y soberana”.
“México no es un país democrático”
El también ex presidente del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales mencionó que actualmente nadie podría decir con seguridad que el “país goza de paz, un sistema efectivo de gobierno, justicia pronta y expedita, y transparencia y rendición de cuentas por parte de las autoridades responsables”. Por ello que señaló que “México no califica como democrático bajo las medidas internacionales convencionales”.
Recordó que en el 2000 el país gozaba de normalidad democrática, un momento en el que se tenía certidumbre del proceso electoral, pero no del resultado. Situación que se alcanzó gracias a las instituciones electorales debidamente instaladas.
“Veintitrés años después y a 14 meses de la próxima elección, el país ha avanzado en ciertos aspectos, pero ha retrocedido en muchos otros. Gracias a las leyes promovidas por el gobierno en materia electoral, el famoso Plan b, la probabilidad de un mayor deterioro, tanto político como en materia de seguridad, ya no puede descontarse”, expuso.
“El gran logro en materia electoral, certidumbre sobre el proceso, pero no sobre el resultado, bien podría estarse revirtiendo en aras de intentar imponer un resultado independientemente de la voluntad del electorado. Un gran triunfo ciudadano, quizá el mayor de nuestra historia, podría estar viendo sus últimos días”, aseveró Luis Rubio.
Finalmente, indicó que el nuevo entramado electoral avanzado por el poder ejecutivo podría implicar un “grave deterioro” en materia democrática, sumado a un creciente riesgo de violencia.
“El INE es entidad compleja y pesada. Nació así por la enorme incertidumbre que existía por el potencial de conflicto que cada justa electoral generaba y (…) en última instancia, la ciudadanía no había podido o querido hacer suya la responsabilidad de limitar el abuso de los partidos políticos y del gobierno”, refirió.
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Con información de Reforma.