El intervencionismo militar en México será una regresión en términos de democratización para el país, además de una trasgresión a la legalidad.
Militarización de la sociedad
La militarización que promueve el gobierno de la Cuarta Transformación encabezado por Andrés Manuel López Obrador supone un retroceso a la democratización de México, plantea Isidro H. Cisneros. De acuerdo con el doctor en Ciencia Política y especialista en Derechos Humanos, la viabilidad de la democracia en el país quedará puesta en duda el próximo miércoles durante la votación en el Senado de la reforma constitucional para que la Guardia Nacional permanezca en las calles hasta 2028.
Ante una oposición en declive por su división e incongruencia política, se está dando paso a un sistema autoritario con la incorporación de militares a la toma de decisiones del gobierno para conformar un régimen híbrido que trasgrede la legalidad vigente y establece de facto una nueva juridicidad por encima de la Constitución, apunta Cisneros.
Intervencionismo político militar
Al respecto, Isidro explica con base en la teoría política que, ante una crisis de hegemonía, el contexto de inestabilidad e ingobernabilidad propicia el intervencionismo militar.
“Es decir, cuando resulta evidente la imposibilidad del grupo en el poder para proyectar su control sobre la sociedad en términos consensuales. Esta insuficiencia hegemónica resulta de la incapacidad para imponer su proyecto a la sociedad de forma perdurable”.
De acuerdo con este enfoque, la ausencia de consenso deriva en dos tipos de intervención militar en la política: 1) la forma dictatorial, referente a la intromisión directa de los militares en el conjunto de las funciones estatales; 2 la intervención moderadora, aquella que aparece cuando los militares intervienen ocasionalmente para “corregir” los excesos de las intrusiones populistas en el proceso político consideradas “desbocadas” por parte de los sectores dominantes y del propio ejército.
Autoritarismo populista
En este sentido, Cisneros puntualiza que para el sociólogo Juan Linz un régimen autoritario se caracteriza por un pluralismo político limitado, irresponsable y sin ideología clara, cuyo líder ejerce el poder dentro de límites formalmente mal definidos, pero bastante predecibles.
“Los resultados del método bélico en materia de seguridad pública han sido desastrosos aumentando las violaciones a los derechos humanos, los homicidios, las desapariciones forzadas, la tortura, así como las ejecuciones extrajudiciales”.
De cara a las votaciones en el Senado, Isidro es muy claro: los senadores que voten a favor de la ampliación de la Guardia Nacional en las tereas de seguridad pública serán los responsables del rumbo inmediato del país.
“Será la demostración inequívoca de que un cambio político no necesariamente acontece en sentido progresivo, sino que también puede dirigirse a fracturar el sistema democrático, y será también, la constatación de que nuestra vieja clase política concluyó su ciclo histórico”.
Con información de La Crónica.