Al menos 500 mil ciudadanos han renunciado como funcionarios de casilla entre los meses de abril y mayo, representando un 33% del total requerido para las elecciones del próximo 2 de junio. A pesar de haber aceptado inicialmente participar en el proceso electoral, diversos motivos han llevado a esta abrupta deserción, destacando problemas laborales, asuntos personales y, en menor medida, preocupaciones por la seguridad en sus comunidades.
El consejero Martín Faz, presidente de la Comisión de Capacitación y Organización del INE, ha asegurado que aunque estas renuncias han sido cubiertas con sustituciones, la situación sigue siendo preocupante. Si bien es cierto que en procesos electorales anteriores el porcentaje de renuncias ha alcanzado hasta el 45%, estas dificultan la labor de los capacitadores electorales, quienes deben redoblar esfuerzos para encontrar a más ciudadanos que ocupen las vacantes.
¿Cuántos funcionarios de casilla se necesitan para las elecciones 2024?
Se estima que para las 170 mil casillas que se instalarán el 2 de junio se necesitan un millón 532 mil 241 ciudadanos. De esta cantidad, el INE ya cuenta con el 95%. Sin embargo, los 77 mil funcionarios faltantes son principalmente de zonas fronterizas, donde la participación históricamente ha sido menor. Esta situación ha llevado a que algunas mesas estén conformadas con menos ciudadanos de los necesarios.
Faz ha hecho un llamado a los ciudadanos que ya han aceptado ser funcionarios de casilla para que tomen conciencia de la importancia de su papel en el proceso electoral. Argumenta que sin ellos, la instalación y el funcionamiento de las mesas electorales sería imposible.
INE despliega estrategias ante renuncias de funcionarios de casilla
Ante esta situación, el INE ha desplegado diversas estrategias para mitigar el impacto en los comicios. Una de las medidas adoptadas por el INE es la sustitución escalonada de los funcionarios renunciantes. Si alguno de los ciudadanos designados para ocupar un cargo declina, será reemplazado por el siguiente en la lista, y así sucesivamente hasta agotar los suplentes disponibles, quienes serán sustituidos por nuevos ciudadanos.
Aunque a los funcionarios de casilla se les ofrece una compensación económica de 550 pesos por su labor, esta no resulta significativa para algunos ciudadanos. Especialmente en zonas fronterizas o turísticas donde los ingresos por propinas o salario son más sustanciales, lo que ha contribuido a las renuncias.
Estas renuncias no son un problema exclusivo de una región, sino que se han reportado casos en varios estados del país. Por ejemplo, en Tabasco, 8 mil funcionarios renunciaron en su mayoría por motivos personales, de salud o legales. Mientras que en Puebla, el INE tuvo que sustituir a 14 mil 575 de los 75 mil seis funcionarios de casilla designados. En Sonora, se registraron 4 mil 393 renuncias, lo que ha llevado a un proceso de reemplazo.
Este fenómeno también ha afectado la labor de los capacitadores y supervisores electorales contratados por el INE. Se estima que al menos 50 mil personas han sido contratadas para estas funciones, las cuales son vitales para el correcto desarrollo del proceso electoral. Incluyendo la ubicación y capacitación de los funcionarios de casilla, la instalación de casillas y el envío de información sobre la jornada electoral y el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).
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Con información de El Reforma.