Demetrio Sodi señala que el aumento al salario mínimo debería ser uno de los principales compromisos del próximo gobierno. Conoce sus argumentos.
Una medida favorable para el país
En su columna “El salario mínimo: ¿regreso al pasado?”, publicada en el diario El Economista, el político mexicano Demetrio Sodi señala que el aumento al salario mínimo debería ser uno de los principales compromisos del próximo gobierno, pues esta medida contribuye a la disminución de la pobreza y constituye un avance hacia la garantía de un salario suficiente para la población.
De acuerdo con el experto, aunque los programas sociales que reciben las personas en pobreza son necesarios, pero “la única forma de sacar a la gente de la pobreza es con un salario suficiente y vigilando que se aplique realmente en todo el país”.
“Probablemente de lo poco rescatable del gobierno de López Obrador sean sus reformas laborales, no solo el aumento al salario mínimo, sino el aumento en las vacaciones, el control del outsourcing, el aumento en el reparto de utilidades y las reformas legales para democratizar la vida sindical y acabar con los contratos de protección“, apunta Sodi.
Salario perdió más de 60% de su capacidad
Como explica el empresario y activista Demetrio Sodi, “desde 1982 hasta 2018, el salario mínimo perdió más de 60% de su capacidad de compra, fue una política premeditada para, según los secretarios de hacienda, aumentar la competitividad del país y atraer inversiones extranjeras”. En este sentido, el especialista acota que incluso el presidente Vicente Fox llamó “uno de sus grandes errores” al hecho de “haberles creído a los funcionarios de Hacienda que al aumentar el salario se dispararía la inflación”.
“Se decía que aumentar el salario mínimo provocaría inflación que nulificaría los aumentos, lo cual es falso, como ha quedado demostrado en este sexenio en que el salario mínimo ha aumentado en términos reales 80% y no se ha provocado inflación”, puntualiza Sodi.
Sin embargo, como señala el autor, aunque ha sido favorable para el bolsillo de los mexicanos, el aumento al salario mínimo aún resulta una medida insuficiente por sí misma para diminuir los niveles de pobreza en México, pues “el salario debería ser 50% mayor al actual para garantizar la compra de dos canastas básicas que es lo mínimo que requiere una familia”.
Aumento al salario mínimo no puede condicionarse a productividad
Finalmente, Demetrio Sodi advierte que el Frente Amplio por México no debería condicionar el incremento del salario mínimo a un aumento en la productividad, como lo ha planteado recientemente, en el documento “Hacia un Plan de Gobierno 2024-2030”. En este sentido, Sodi expone que lo que México necesita es una política laboral “que mejore las remuneraciones y las condiciones laborales en consonancia con el aumento de la productividad”.
“El aumento de los salarios contractuales debe estar ligado al aumento de la productividad, el aumento al salario mínimo no, es un asunto de justicia social que va más allá de la productividad. Un salario mínimo suficiente es un derecho que tienen los trabajadores y una obligación que deben tener las empresas de pagarlo”.
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Con información de El Economista