La secretaria de Energía, Rocío Nahle, se comprometió a que a finales de este 2022 Dos Bocas estaría produciendo combustible.
Retrasos en la torre de destilación
Queda menos de un mes para que el presidente Andrés Manuel López Obrador inaugure otra de sus obras insignia: la refinería “Olmeca” en Dos Bocas, Tabasco.
La urgencia se convirtió en problemas para la Secretaría de Energía y, aunque la apertura será simbólica, la promesa de Rocío Nahle de comenzar operaciones a finales del 2022 tampoco será viable.
De acuerdo con Bernardo del Castillo, especialista en Gestión, Desarrollo de Proyectos de Infraestructura, Tecnología, Resiliencia, Compliance y Transición Energética; la torre de destilación, imprescindible para el funcionamiento de la refinería, aún se encuentra en un proceso lento de instalación.
“Todas las refinerías funcionan con base en el proceso básico de la destilación que no es otra cosa que calentar un líquido, evaporarlo y condensarlo después. En el proceso intermedio entre la evaporación y la condensación se separan los diferentes componentes del líquido, que es lo que se hace con el petróleo”.
Instalar la torre de destilación, explica del Castillo, no es solo colocar la estructura. Se trata de todo un proceso que requiere emplazamiento de tuberías, cables de fibra óptica, electricidad y otros componentes. Tan solo la instalación de las tuberías requiere de un proceso de soldadura y verificación especial que integra una revisión con rayos X para vigilar que esté bien soldada y, en caso de detectar fallas en las uniones, se tiene que repetir el proceso.
“Cada uno de los tubos tiene un sensor de presión y esos hay que conectarlos a la sala de control. Esto se hace con fibra óptica y se tiene que tirar una línea por cada sensor a la sala de control”.
Las torres de destilación cuentan con 21 conexiones de tubería que requieren fibra óptica, y una vez que se concluye el proceso es necesario limpiar las tuberías para evitar que haya cualquier componente que pueda obstruir el paso de los productos condensados hacia el resto de la refinería.
Este procedimiento puede tardar entre seis y ocho meses, por lo que, afirma del Castillo, será muy complicado que esta infraestructura esté lista para diciembre de este año.
“Solo se tiene el esqueleto”
El experto señaló que, al momento, no se cuenta con interconexiones de proceso de ningún tipo. Las torres, los recipientes y demás infraestructura están aislados.
“Prácticamente no hay un solo sensor instalado en la refinería. El volumen de instrumentos y elementos de regulación será significativo. Haciendo una analogía: se tiene parte del esqueleto, falta el sistema circulatorio y el sistema nervioso. […] Veámoslo como una secuencia de eventos. Cada etapa es crucial, no se puede avanzar sin concluir la inmediata anterior. En pocas palabras: Todo es vital. Todo depende de todo”.
Por lo tanto, la refinería no podrá echarse a andar hasta que estén todas las etapas de construcción concluidas.
Bajo estas circunstancias, expertos consideran incluso que Dos Bocas no podrá operar ni siquiera el año entrante.
Hasta 2024
Javier Estrada, socio director de Analística Energética SC, recordó que, en los últimos informes proporcionados por el gobierno federal se sabe que existen algunos faltantes, entre ellos, el ramal de 98 kilómetros que conectará la refinería con la llamada línea FA en la estación Chontalpa.
Así mismo la construcción e instalación de las dos monoboyas para los buques de carga y descarga de petróleo y derivados; partes de las terminales de almacenamiento y reparto, además de la construcción de la planta de alquilación.
En cuanto a pagos, hay retrasos con abonos a las empresas ICA-Fluor, Techint, Samsung y Proyecta.
“Es muy difícil que todas las instalaciones funcionen cuando no se han hecho pruebas. Tomará muchos meses antes de que la refinería pueda funcionar al total de su capacidad de diseño”.
Estrada estima que la inauguración de la refinería “Olmeca” solo se haría con 12 edificios del área Administrativa, 91 tanques para petrolíferos y agua. Además, coincidió en que el costo total de la obra podría superar los 14 mil millones de dólares, seis mil millones por arriba de los ocho mil 500 millones estimados originalmente.
Una fuente anónima señala que la obra tardará un año más, mientras que el desarrollo de la obra eléctrica y la instrumentación requerirá un año adicional, por lo que, en el mejor de los casos, será a finales de 2024 cuando la refinería podría empezar a procesar petróleo.
“La refinería es un proceso. Las plantas trabajan en serie. Opera todo o no opera nada. Bajo esa premisa, la operación completa debería de ser a finales de 2024 o mediados de 2025”.
Con información de Energía a Debate.