La decisión tomada por la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE), que autorizó a las “corcholatas “ de Morena a continuar con sus recorridos, mítines y actos de proselitismo en todo el país, ha generado una amplia controversia. El periodista Salvador García Soto, en su columna titulada “Confirman al INE colonizado”, publicada en el Periódico El Universal, señala que este fallo confirma el éxito del llamado Plan “C” de López Obrador, que consiste en colonizar el órgano electoral mediante la elección y designación de consejeros afines al movimiento de Morena.
Aunque Morena no cuenta con mayoría en el Consejo General del INE, la cercanía política que la presidenta del organismo, Guadalupe Tadei, tiene con la 4T y los otros tres consejeros, según García Soto, se ha reflejado en decisiones y actitudes que favorecen al partido gobernante. El caso más reciente ocurrió cuando la presidenta de la Comisión de Quejas, Claudia Zavala, propuso un dictamen para ordenar a Morena y a sus aspirantes a la “Coordinación de Defensa de la Cuarta Transformación” suspender de inmediato sus mítines y recorridos, al considerarlos presuntos “actos de proselitismo” que violan la ley electoral. Incluso se propusieron medidas cautelares en contra del partido y sus precandidatos presidenciales.
El análisis jurídico presentado por la consejera Zavala, que consideraba ilegales los actos de campaña del proceso morenista, fue tan claro y contundente que el representante de Morena ante el INE, Mario Llergo, se adelantó a la discusión del proyecto de dictamen en la Comisión y expresó su queja en Twitter, anticipando que se impondrían medidas cautelares a su partido. Esto generó una presión previa a la sesión de la Comisión de Quejas.
En este contexto, los dos consejeros electorales recientemente designados por la Cámara de Diputados, Rita López y Jorge Montaño, votaron en contra del proyecto de dictamen de la consejera Zavala, lo que resultó en el rechazo del dictamen por mayoría de dos votos a uno. De esta manera, el instituto electoral validó y permitió que continúen las campañas, mítines y recorridos de los precandidatos de Morena.
El dictamen rechazado se basaba en los informes elaborados por la Unidad Técnica de lo Contencioso del INE, que realizaron visitas sorpresa a los eventos de los precandidatos de Morena y concluyeron que se trataba de “actividades proselitistas” y no simplemente “actos partidistas”. Estas conclusiones llevaron a la consejera Zavala a proponer la suspensión inmediata de los recorridos y asambleas de Morena.
La decisión de la Comisión de Quejas ha confirmado tres aspectos, según el periodista. En primer lugar, que López Obrador logró colonizar y dominar al INE al colocar consejeros afines a su movimiento. En segundo lugar, que las campañas anticipadas de Morena han sido validadas legal y constitucionalmente, lo que podría abrir la puerta a que otros partidos realicen actos similares. Y en tercer lugar, se pone en evidencia que en México persiste la cultura de violar las leyes, desde el Presidente y su partido hasta diversos sectores de la sociedad.
En medio de la contienda interna de Morena, las encuestas sobre las preferencias electorales entre los aspirantes presidenciales continúan generando disputas. En esta ocasión, el sondeo de Buendía & Márquez, publicado por EL UNIVERSAL, muestra a Claudia Sheinbaum liderando la competencia con el 34% de las preferencias, seguida por Marcelo Ebrard con el 22%, Adán Augusto López y Gerardo Fernández Noroña con el 8% cada uno, mientras que Ricardo Monreal y Manuel Velasco obtienen el 6%. Sin embargo, el equipo de Ebrard difunde encuestas que le dan una mejor posición. Estas diferencias evidencian la fuerte lucha interna dentro de Morena.
La polémica decisión de la Comisión de Quejas y Denuncias del INE, que permite a Morena continuar con sus campañas y actos de proselitismo, ha generado un debate sobre la influencia política en el órgano electoral y el cumplimiento de la ley electoral. La decisión ha sido criticada por quienes consideran que socava la equidad en la contienda electoral y evidencia una posible colonización del INE por parte del partido gobernante.