En medio de su propio torbellino electoral y la creciente figura de Trump en la política interna, la administración de Joe Biden y los círculos políticos de Washington no pasan por alto lo que acontece en México de cara a las elecciones presidenciales. Enfrentan con inquietud la posible intervención del crimen organizado y temen la inestabilidad que podría surgir ante un escenario de falta de legalidad y conflictos poselectorales en su vecino del sur.
En su columna “Serpientes y Escaleras” de este miércoles, el periodísta Salvador García Soto nos explica que la reciente visita de congresistas texanos a México evidencia el interés estratégico que despiertan las elecciones mexicanas al otro lado del Río Bravo. Michael McCaul y Randy Weber (republicanos) y Henry Cuellar (demócrata), representantes estadounidenses, no solo se reunieron con el presidente López Obrador, sino que también sostuvieron un diálogo significativo con la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum.
En este contexto, la candidata opositora, Xóchitl Gálvez, está programada para encontrarse en Washington el 5 de febrero con el Comité de Seguridad del Congreso de los Estados Unidos. Allí, expondrá sus denuncias sobre el acoso a la oposición y ofrecerá un diagnóstico sobre la inseguridad y la violencia del narcotráfico en México.
Republicanos y demócratas observan de cerca el proceso electoral mexicano, conscientes de la importancia de la estabilidad política, social y económica de México como un tema de seguridad nacional para los Estados Unidos. Los temas del narcotráfico, el combate al fentanilo y la migración ilegal son puntos clave, generando desde visiones de mayor cooperación hasta críticas a la inacción del gobierno de López Obrador.
A medida que avanza el calendario electoral en México, la presión de Washington aumenta sobre su “Patio Trasero”. Información de agencias estadounidenses sugiere un “golpe inminente” desde el FBI y el Departamento de Justicia, vinculado al empresario tamaulipeco Sergio Carmona. Se espera que acusaciones concretas recaigan sobre políticos de alto nivel de Morena, señalados de recibir financiamiento ilegal relacionado con el contrabando de gasolinas desde Estados Unidos.
La investigación estadounidense sobre Carmona y sus vínculos con el huachicol y el narcotráfico podría tener un impacto en la política mexicana, marcando un precedente significativo que podría afectar las relaciones entre ambos países. El interés de Estados Unidos en el proceso electoral mexicano se intensifica, y las próximas semanas podrían ser cruciales para el panorama político en la región.
Leer: “Washington le pone el ojo a la elección mexicana” en El Universal.
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