La reforma electoral del presidente López Obrador preocupa a los miembros de la oposición, pues, lejos de abonar a la democracia, sus planteamientos reflejan una intención de controlar a este organismo autónomo.
Para los legisladores de la oposición, la iniciativa de reforma en materia electoral que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso tiene características autoritarias y muestra su intención de controlar al Instituto Nacional Electoral y no precisamente de mejorarlo, como ha asegurado el mandatario. En este sentido, la senadora panista Kenia López Rabadán ha señalado que la iniciativa busca que haya “consejeros y magistrados a modo”, en lugar de fortalecer las instituciones y asegurar su legalidad.
“A López Obrador y a Morena no les gusta la autonomía, no toleran que alguien piense diferente a ellos, quieren sobrerrepresentación, aún mayor, de Morena en el Legislativo, quitando los lugares a la oposición; quieren cambiar el modelo de comunicación política para que puedan hacer campaña desde Palacio Nacional”, ha declarado la senadora sobre la reforma electoral propuesta por el presidente.
Hace unos días, la Universidad de Guadalajara organizó el panel “La importancia del INE para garantizar elecciones libres y equitativas en México”, en el que participaron consejeros y exconsejeros del órgano electoral nacional para exponer su visión sobre los retos que enfrenta el Instituto, principalmente en el contexto actual, con la reforma del presidente. Durante su participación, José Woldenberg, quien fuera consejero presidente del extinto IFE de 1997a 2003, expuso que la reforma electoral de López Obrador intenta quitaraut autonomía a las instituciones electorales para que estas se alineen a la voluntad oficial, por lo que se trata de una regresión democrática. El experto señaló que, de cambiar lo estipulado en el texto constitucional sobre las campañas que tendrían que hacer los consejeros, quienes busquen estos puestos tendrían que hacer compromisos con alguna de las fuerzas políticas, lo cual debilitaría su autonomía.
“Sabemos que el titular del Ejecutivo cree que sus intenciones son las únicas valiosas y que el resto de los poderes constitucionales, órganos autónomos, partidos, medios, organizaciones de la sociedad civil, sólo deberían ser eco de la voluntad presidencial”, dijo Woldenberg.
Pese a la preocupación generalizada que existe por los cambios propuestos en su iniciativa de reforma electoral, el mandatario asegura que no se eliminará al INE, sino que se harán modificaciones para que los ciudadanos puedan elegir a quienes lo integran. Asimismo, en sus conferencias de prensa ha acusado a quienes están en contra de la iniciativa de difundir desinformación y acusarlo de querer eliminar al Instituto, el cual asegura que se mantendría, pero con menos consejeros, así como sucedería con los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
“Hay mucha desinformación porque son muy chuecos, muy mentirosos, he estado yo viendo eso, dicen yo no estoy a favor de la reforma porque quieren desaparecer al INE, no es cierto, es el INE con un consejo igual nada más que en lugar de once, sean siete para que no haya tanto aparato y que en vez de ser impuestos por los partidos en arreglos populares, que sea el pueblo”, dijo el mandatario.
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