Nuevo León enfrenta una profunda “Crisis de Gobernabilidad” que ha dejado a la entidad sumida en una serie de controversias políticas. El escenario se desencadenó a partir de la licencia solicitada por el gobernador Samuel García Sepúlveda, quien buscaba participar como precandidato a la presidencia de México con el partido Movimiento Ciudadano. A continuación dejamos algunos puntos para entender la actual situación.
En un acto polémico, Samuel García anunció su precandidatura presidencial con Movimiento Ciudadano mientras aún ejercía como gobernador de Nuevo León. Acompañado por el líder del partido, Dante Delgado, su esposa Mariana Rodríguez y otros miembros destacados, García recorrió varios estados a bordo de un Tesla. Esta decisión generó críticas y cuestionamientos sobre la ética de su gestión.
Para cumplir con los requisitos legales, García solicitó una licencia temporal de seis meses y designó a Javier Navarro Velasco como gobernador interino. Sin embargo, esta decisión fue cuestionada, ya que pretendía dejar a Navarro Velasco como interino durante parte del período que debería cubrir al gobernador interino designado por el Congreso. El Congreso local rechazó la designación y nombró a Arturo Salinas Garza.
Samuel García impugnó la designación de Arturo Salinas Garza ante el Tribunal Electoral, alegando la vulneración de sus derechos político-electorales y solicitando que Navarro Velasco ocupara el cargo. Un juez federal declaró a Salinas Garza inelegible, y García exigió su terna para la designación del gobernador interino, pero el Congreso eligió a Luis Enrique Orozco Suárez.
El Congreso de Nuevo León, ante la presión judicial, designó a Luis Enrique Orozco Suárez como gobernador interino con votos de PRI, PAN, Morena y PVEM. Sin embargo, García anunció que presentaría una demanda por desacato ante el Tribunal Electoral, cuestionando la legitimidad de la designación.
En un giro sorprendente, Samuel García anunció su retiro de la contienda presidencial y su regreso al cargo de gobernador. Argumentó que reasumía sus funciones constitucionales y no haría efectiva la licencia para participar en el proceso electoral, desatando una nueva controversia con el Congreso y generando incertidumbre sobre la gobernabilidad.
Un juez revocó el nombramiento de Luis Enrique Orozco Suárez como gobernador interino, argumentando la necesidad de respetar la plataforma electoral de Samuel García. Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación reiteró que el Congreso tiene la facultad para realizar la designación, generando más confusión y disputa legal.
A pesar de su renuncia a la contienda presidencial, el presidente del Congreso, Mauro Guerra, y otros legisladores sostienen que Samuel García debe presentar una solicitud para revocar la licencia y regresar a la gubernatura. García, por su parte, argumenta que su decisión de retomar funciones es suficiente y descarta el riesgo de desacato.
La situación política en Nuevo León continúa siendo volátil, con tensiones entre el ejecutivo estatal y el legislativo, disputas legales y la incertidumbre sobre quién ejerce efectivamente el cargo de gobernador. La ciudadanía observa con atención el desenlace de esta crisis, que plantea interrogantes sobre la estabilidad política y el respeto a las instituciones en el estado.
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Con información de El Universal y SDP Noticias.
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