A unos días de que se lleve a cabo la consulta para la revocación de mandato del presidente López Obrador, expertos y académicos analizan el trasfondo de ejercicio democrático.
No aporta nada: Lourdes Morales
En la visión de la doctora Lourdes Morales Canales, coordinadora de la Red por la Rendición de Cuentas, la revocación de mandato, impulsada por el presidente López Obrador y Morena, es un ejercicio de participación ciudadana y democracia directa saludable cuando existe riesgo de ingobernabilidad. Sin embargo, en el caso mexicano, “ha sido burdamente expropiado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido”, quienes lo han utilizado “para violar la ley, atacar al órgano electoral, al grado de perseguir penalmente a dos de sus consejeros, y hacerse autopromoción en uno de los momentos más críticos para el país y para el mundo”.
“La revocación no era urgente, no era necesaria y ha aportado división a la sociedad. Ha permitido anticipar un cambio en el modelo electoral en donde la máxima parece ser romper las reglas y los consensos (…) Que el 10 de abril, cada quien haga lo que le dicte su conciencia. Pero no nos llamemos a engaño: esto no aporta nada”, escribió Morales para El Universal.
Es una farsa: Jesús Orozco
Para Jesús Orozco Henríquez, investigador de la UNAM la revocación de mandato presidencial se trata de una farsa y está viciada, pues el gobierno y Morena han
La revocación de mandato está viciada y resulta una farsa porque es una pregunta que viola la Constitución y el gobierno y Morena han intervenido de forma “tramposa e ilegal (…) para recabar firmas y realizar propaganda con recursos públicos”. El especialista denuncia que existe manipulación y confía en que el INE “recibirá y contará bien los votos, como siempre”.
“No hay una fracción ciudadana significativa que realmente pretenda una revocación. Resulta absurdo y un despilfarro que el gobierno y su partido impulsen una innecesaria “ratificación” para satisfacer un capricho presidencial y distraer a la sociedad de las carencias e insuficiencias relevantes y urgentes”.
Una ratificación putrefacta: Roger Bartra
Para el antropólogo Roger Bartra, la ratificación es “fruto de un capricho irracional del presidente y será la evidencia de que el régimen populista ha entrado en un avanzado estado de putrefacción”. Señala también que es un paso más del mandatario para atacar al INE e intentar cambiar el sistema electoral en beneficio de su partido. Asimismo, el reconocido sociólogo y académico hace un llamado a la población a no participar en ella: “espero que la ciudadanía más consciente se aleje de esta amenaza nauseabunda que emanará de las urnas”, señala en su columna “La ratificación, putrefacta”.
“Pretende ser un ritual de alabanzas convocado para quemar incienso en honor del Presidente, organizado por la burocracia y el partido oficial, pero de las urnas en realidad no saldrá un olor a incienso el 10 de abril, sino un tufo que nos alertará, parafraseando a Shakespeare, que algo está podrido en el Estado mexicano”.
Es una simulación: Diego Valadés
Por su parte, el abogado y jurista, Diego Valadés, señala en su texto “El proceso y los posibles saldos” que “la revocación del mandato en México se ha convertido en un ejercicio de simulación. Simpatizantes y discrepantes saben que no existe riesgo ni oportunidad para que el periodo presidencial termine antes de tiempo”. Para Valadés, hay tres posibles efectos de este ejercicio:
1) Demostrar que es “abrumador “el apoyo que tiene el Presidente, “con lo que acentuará poder, en especial con vistas a la sucesión”.
2) Utilizarla para desacreditar al INE, al que culpará si la participación resulta ser baja, por “no hacer lo que debía”.
3) Establecer un precedente para que la revocación se convierta “en un pretexto para la movilización popular permanente, si el próximo presidente se desmarca de las directrices heredadas, o es ajeno a ellas”. Es decir, poder contar con una herramienta para remover del cargo a un posible sucesor morenista que no continúe con la Cuarta Transformación del presidente López Obrador.
“Es habitual que las fuerzas políticas con aspiraciones hegemónicas busquen perpetuarse en el poder mediante los instrumentos a su disposición, y “blindarse” ante la perspectiva de una o varias escisiones.Muchos están de buena fe ante la revocación y creen que se trata de una votación democrática; la realidad les mostrará que fue un fingimiento para afianzar una dominación verticalista”.
Con información de El Universal